¡Descansa en Paz Esther!
Esther Martínez es un ejemplo de trabajo y esfuerzo, salmantina de nacimiento, carismática, amable y fiel a su familia, a sus clientes, a la gente; así era Esther, un ícono salmantino, un ejemplo de entereza, trabajo y honestidad.
Las calles de Salamanca son testigos de su gran lucha por sacar adelante a su familia. Aunque Esther viajó a otro mundo mejor pues el pasado 20 de marzo d falleció, dejando un gran legado, una tradición y un compromiso, fueron 45 años de entereza y trabajo incansable.
La historia, debe escribirse para que sea recordada y por ello su familia rememora cada detalle de un ejemplo de constancia, un ejemplo de las tradiciones salmantinas que no deben perecer y por ello, es su propio hijo quien describe con orgullo esta historia de entrega y amor al trabajo, pues aun con mermas, crisis y sin muchas oportunidades, Esther no se dio por vencida y nos enseña lo que es la perseverancia.
Los TAMALES ESTHER de la calle 5 de mayo iniciaron por allá de 1975, todo comenzó cuando Esther quiso ayudar a su familia, Raúl Guerra de la Torre, esposo de Esther era tablajero del Rastro Municipal y se quedó sin trabajo por ese año, entonces comenzó a trabajar en otra carnicería pero desafortunadamente también se terminó la oportunidad, al paso del tiempo pensó en comprar unos puerquitos y así fue que comenzó la vida de una emprendedora, «vivíamos en la calle libertad no 229 y mi MADRE Esther Martínez por ayudar puso una mesita de dulces en la calle para darnos a nosotros y también a los dichosos puerquitos que crecieron y luego tuvo que empezar a venderlos de esa venta decidió comprar una olla, un brasero y lo necesario para el inicio de lo que sería su tradición los TAMALES ESTHER inició con su pequeña vaporera y nos llevaba a mi hermano y a mi corriendo tras ella, ella cargada con la vaporera en manos y caliente listos para vender y HOY recuerdo muy bien que fue tan rápido su primera venta que ni siquiera llegamos al mercado se acabaron en el camino y regresamos muy contentos con una bolsa llena de pan, al siguiente día compró una vaporera más y se puso a trabajar con aquel ánimo y gusto que era característico de ella ESTHER MARTÍNEZ……. por la tarde ella se puso en medio de aquellas 2 vaporeras mi hermano Armando y yo cada quien de un lado y nos decía en el nombre sea de Dios, hijos vámonos y llegamos al mercado Tomasa Esteves calle Abasolo casi esquina con Sánchez Torrado ahí se puso por primera vez y fuimos grandemente bendecidos nuevamente se acabaron aquellos tamales y de ahí me dijo unas palabras que a la fecha recuerdo perfectamente: «esos puerquitos nos van a dar de comer toda la vida hijos».
Así siguió se acomodó después en la explanada del mercado afuera de la pollería de Don Santiago Conejo, ahí ya contaba con tres vaporeritas y más clientela tenía una gran visión y siempre decía «si no sabes pregunta» no tuvo estudios pero si una gran determinación para todo hizo su primaria en la abierta para adultos que se dio en clases nocturnas en lo que es la primaria María Guadalupe Arroyo y sus hijos le llevaban su torta como ella a en el recreos sus hijos, años después se fueron de la calle Libertad a la calle 5 de mayo.
«Mi tía Meche su única hermana rentó un local enfrente de lo que hoy es la óptica México de la Sra. Elsa Olmedo gran Señora. y ahí se dedicó vender mi MADRE Esther sus tradicionales y ya más conocidos TAMALES a los pocos días rentó la casa de un lado y ahí fue su primer lugar donde vivíamos y ahí mismo se vendían como pan caliente sus TAMALES duramos poco tiempo ahí pero ese tiempo bastó para que ya sus TAMALES empezaran ya a hacer una tradición en Salamanca venía gente de Irapuato, León México y muchas partes y le decían vine a Salamanca y no me voy sin tamales…….tuvo la oportunidad de mandarnos a la escuela NUNCA nos faltó el plato en la mesa a todos mis hermanos y a mí…. cuando le piden la casa de 5 de mayo se entristeció mucho pero dijo de por aquí no me voy se cambió enfrente afuera de la óptica ahí con trabajo de diario porque NUNCA faltaba y decía llueva o truene yo aquí voy a estar y así era durante los 365 días del año SIEMPRE, estaba ahí para atenderlos con todo gusto» decía primero mis clientes» así nos decía sus «dichos» hizo muchas amistades eran sus clientes de Doña Esther presidentes municipales, diputados, licenciados , artistas y fue conocida por la mayoría de la gente de Salamanca afuera de la óptica vendió a lo largo de 35 años….y sumando todos los recorridos del mercado y las calles fueron 45 años de venta de sus Tamales para todos los eventos de Diciembre, la Candelaria y más….. POR ESO LOS TAMALES ESTHER SON YA UNA TRADICION EN SALAMANCA que continuamos sus hijos los hermanos Guerra.
Desafortunadamente Esther falleció este 20 de marzo 2021 dejando una gran TRADICIÓN Y UN GRAN COMPROMISO DESCANSA EN PAZ TAMALES ESTHER 1975-2021 45 AÑOS DE TRABAJO DIARIO.
«Y es gracias a ustedes nuestros clientes y amigos que Dios los bendiga», concluyó orgulloso su hijo Raúl Guerra Martínez.