Arrinconados los sindicatos, la contratación colectiva y la huelga
Por: Oscar Alzaga*
“Estudiando la historia / fechas, batallas, cartas escritas en la piedra, / frases célebres, próceres oliendo a santidad, / sólo percibo obscuras manos / esclavas, metalúrgicas, mineras, tejedoras, creando / esplendor, la aventura del mundo”
Juan Gelman. 1968.
De izquierda a derecha: Gustavo de Hoyos (empresario) con Alfonso Navarrete
(secretario STPS durante gobierno de Peña Nieto)
Tres derechos fundamentales sobreviven a 36 años de política neoliberal, cuando la oligarquía y los gobiernos a su servicio se empeñaron en destruirlos integralmente, para subir las viles ganancias de las empresas, en particular de la cúspide: la oligarquía. La que maneja jueces, cámaras, partidos, sindicatos, medios, sin que deje ver su rostro en todos sus actos.
En 2017, Alfonso Navarrete, secretario de Trabajo, festejó la caída del número de huelgas en México (La Jornada, 16-VII-17),expuso: en 2010 de 36 mil revisiones de contratos colectivos de trabajo (CCT), sólo 12,682 emplazaron a huelga y estallan 11; en2011 emplazan 11,950 y estallan 13; en 2012 emplazan 9,877 y hay 19 huelgas; en 2013 emplazan 9,192 y hay 18 huelgas; en 2014 emplazan 8,777 y no hay ni una huelga; en 2015 emplazan 7,155 con cero huelgas; en 2016 emplazan 6,379 y hay 2 huelgas. Al secretario le faltó decir que de 2014 a 2016 la oligarquía se bañó en champaña, para festejar el enorme logro de “la minoría rapaz”.
Por supuesto Navarrete no habló de los actos ilegales de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) al servicio de los patrones, como fue en las huelgas de 2016 que una hora antes de iniciar las huelgas, ilegalmente la JFCA ordenaba archivar los expedientes desindicatos de la UAM, de Nissan y la huelga la minera de Lázaro Cárdenas —cuya solución, 10 días después de la huelga, fue entre el Sindicato Minero y la empresa, sin autoridades—. En laestadística de la JFCA en la columna de huelgas vigentes, en los años que recuenta, no aparecen 3 huelgas: Cananea, Sombrerete y Taxco, que inician en 2007 y el 30 de julio de 2021 llegarán a 14 años de lucha y resistencia de los mineros, hoy todavía con bríos y fuerza.
Otra celebración memorable fue la de Felipe Calderón con los empresarios mineros del mundo, exclamó: “Les ganamos, recuperamos la histórica mina de Cananea.” (La Jornada, 1-XII-2011), se refería al triunfo de Germán Larrea, cuando con todo tipo de ilícitos logró que las autoridades de la JFCA, magistrados yministros de la Suprema Corte avalaron como legal el despido de 1,200 mineros, acabar con el CCT y con la huelga de Cananea,“por causas de fuerza mayor”. Grotescas maniobras.
De 1989 a 2020, la estadística de huelgas de la JFCA muestraun panorama de 32 años de caída de emplazamientos a huelga, con sindicatos que dejan de emplazar para la revisión de los CCT, “confiados en el arreglo” con el patrón a espaldas de los trabajadores, la mayoría de la CTM, CROC, petroleros, ferroviarios, etc., todos del PRI. Caen también el número de huelgas y huelguistas; en 1989 hubo 33 huelgas y 11 mil huelguistas; en 1992, 115 huelgas y 91 mil huelguistas; en 2006, baja a 55 huelgas y en 2014 a cero huelgas. Esa estadística usa un lenguaje neoliberal, cuenta los días de huelga y de huelguistas como “Días Perdidos” y “Días Hombre Perdidos”. No como días de lucha por la justicia laboral y social.
La huelga es un recurso legal de los trabajadores para frenar los abusos patronales, tiene “por objeto conseguir el equilibrio entre los diversos factores de la producción, armonizando los derechos del trabajo con los del capital.” No al revés, porque la ventaja siempre es para el capital por su propia naturaleza: explotar el trabajo.
Mitin a las afueras de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje por retrasar
resolución de procesos a trabajadores del Sindicato Mexicano
de Electricistas (SME) – Julio de 2012
El maestro Mario de la Cueva con acierto decía: que los tres derechos colectivos básicos: libre sindicalización, negociación colectiva y huelga, eran indivisibles —que en 2011 lo refrenda el artículo 1 de la Constitución—, pues al afectar a uno, automáticamente se afecta a los demás. Al debilitar a uno,repercute en los demás. Hoy se reconoce que el empleo eventual afecta el trabajador y también a su familia, les impide a todos tener un proyecto de vida.
Pero ¿cómo se llegó a esta caída histórica de huelgas, más allá de los actos ilegales y de las estadísticas alteradas? Varias explicaciones son necesarias para entender este problemapolifacético y nacional:
Solo con la recuperación plena de los derechos básicos del trabajo colectivo se podrán recuperar las y los trabajadores: con sindicatos fuertes, autónomos y democráticos; con contratos colectivos auténticos y que ejerzan los trabajadores la bilateralidad y el derecho de huelga que frene los abusos y actos ilegales del patrón. Los trabajadores deben exigir que se cumpla la ley, nada más ni nada menos, obligatoria para todos.
“Las fuerzas del poder, no obstante que operan en todas direcciones, permanecen en la oscuridad. Uno debería saber dónde se oculta aquello que causa tanto daño (…) qué es lo que hace tan miserable nuestra vida.”
Juan Rulfo. Revista Murmullos 1. 1999.
*Abogado, miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas.