Rosy Hernández aprendió el oficio de crear piñatas, gracias a sus padres, ya que desde hace 10 años se dedican a plasmar su creatividad e ingenio en cada una de las piezas que elaboran y también este es el segundo año que realizan piñatas de gran tamaño.
Trabajan los 365 días del año, no obstante, es en esta temporada cuando la demanda aumenta y sobre todo los pedidos especiales.
Destrozar las creaciones de esta familia salmantina, parece tarea fácil y al final es el cometido de toda piñata, no obstante, se invierten varias horas de trabajo en su elaboración.
Rosy, tuvo la amabilidad de compartirnos el proceso de creación de una de sus piñatas, hasta llegar a la entrega de la misma.
La familia Hernández ha hecho de su labor una tradición, aunque no son los únicos, tal es el caso de Lilia Palato Vázquez, que convirtió su hobby en negocio, mismo que se ubica en la calle Obregón #324 y que ha estado abierto al público desde hace 17 años.
No importa quién sea su creador, lo cierto es que ya se ven diversos estilos de piñatas a lo largo del municipio, listas para que los salmantinos las adquieran y se diviertan rompiéndolas en estas fechas tan tradicionales y mágicas.