Laura Lara es propietaria de una estética sobre calle Obregón, desde hace más de siete años; siempre con una sonrisa y la mejor actitud, Laurita recibe a quienes buscan dar un nuevo estilo a su cabello y rostro y en sus propias palabras: “tiene mucha ventaja ser tu propio jefe, puedes tomarte el día y hacer alguna otra actividad, sobre todo yo, que a veces necesito tiempo para mi hijo porque trabajo desde el medio día y hasta las 7:00 p.m. de lunes a sábado”, menciona.

Al cuestionarle respecto a alguna desventaja del emprendimiento, nos mencionó: “no tienes un sueldo fijo, hay días buenos, sí, pero hay otros que de plano están muy solos; y déjame decirte que en estas fechas se siente más una desventaja en particular, no tenemos aguinaldo y pues una con otra, así es esto de los negocios”.

“Una de las más grandes desventajas se vino con la pandemia, nosotros los propietarios de pequeños comercios si no trabajamos no comemos y durante la crisis por COVID-19 vivimos una cosa bien difícil y la seguimos viviendo porque aún no despega todo esto y ni siquiera un apoyo nos dieron, ojalá que Andrés Manuel o de aquí del municipio nos brindaron una ayuda, a nosotros que no tenemos un sueldo se nos han hecho muy pesados estos dos años, 2020 y 2021”, finalizó.

Otra persona que nos regala su visión es Germán, quien prepara postres y sale a venderlos entre sus conocidos, amigos, familiares y vecinos: “yo lo tengo un establecimiento como tal pero es bueno ganarse un dinero extra, aunque la desve raja es no tener prestaciones, servicio médico y obviamente en esta temporada, tampoco aguinaldo; aunque vale la pena ser tu propio jefe”, señaló.

Sin lugar a dudas, algo en que los emprendedores coinciden es el beneficio de no tener una autoridad que les solicite cuentas, no obstante, cuando llegan determinadas fechas en que personas asalariadas tienen una prestación adicional, es cuando los pequeños negocios suelen no estar tan contentos.