Las várices forman parte de la insuficiencia venosa crónica, una afección del sistema circulatorio, que ocurre cuando la presión arterial de las venas de las piernas es más elevada de lo normal y se estima que afectan al 50 por ciento de las personas mayores de 50 años, siendo más frecuentes en mujeres.
Las várices son venas dilatadas que por diversas razones no cumplen correctamente su función de retornar la sangre al corazón, por lo que se inflaman y se elevan a la superficie de la piel. Se presentan en color morado, azul oscuro y pueden estar abultadas.
Algunas personas con várices pueden presentar acumulación de líquido e hinchazón de los tobillos y las piernas, así como dolor, además de sensación de pesadez, síntomas que empeoran al permanecer sentado o de pie durante un tiempo prolongado.
Existen factores de riesgo para la presencia de várices tales como: obesidad, sedentarismo, edad avanzada, mayores de 50 años, sexo femenino, herencia, tabaquismo, permanecer de pie por largos periodos de tiempo.
El tratamiento de este trastorno del sistema circulatorio puede incluir medicamentos además de:
- Soporte elástico, con el fin de evitar que la sangre se acumule.
- Elevación, se recomienda que durante el descanso se eleven los pies y piernas sobre el nivel del corazón.
- Actividad física, evitar permanecer mucho tiempo de pie o sentado, caminar algunos minutos cada 30 minutos
- Cirugía se realiza dependiendo de la severidad de cada caso.