Recuerdo
Hoy te voy a dedicar mis palabras a ti, quien fuiste el protagonista de los sueños durante mi inocencia, héroe de mis melancolías nocturnas y guardián de mis magnánimos anhelos… papá.
En este día especial deseo hacer memoria de las historias que nos contabas cuando éramos niños, de los juegos de pelota, de los viajes imaginarios, de las vacaciones en la playa, de cuando me trepabas en tus hombros y corrías rápidamente, recuerdo cuando me abrazaste enérgicamente y secaste mis lágrimas, recuerdo cuando sólo sentía tu beso en mi frente ya muy noche, te esperaba sentada todas las tardes para que me envolvieras en tus brazos y te pedía un momento para recorrer las vías de la ilusión, el ensueño y viajábamos intempestivamente a ver las estrellas a imaginar el futuro, conjeturamos, meditamos, lloramos, reímos y de pronto, así, repentinamente pasaron los abriles.
Recuerdo también tu mirada incómoda, tus ojos descontentos cuando vertí desazón en tu momento, reprochabas mis acciones testarudas y me decías una y otra vez que no lo hiciera, estaba creciendo papá y mi carácter cambiaba, a veces hacía cosas que te desagradaban y otras las ovacionabas porque parecía ir por buen camino.
Hoy papá, es un día de gratitud, correspondencia y quiero decirte GRACIAS porque muy a tu modo me fortaleces con tus soflamas, con tus reprimendas, con tus felicitaciones.
Siempre tus palmoteos me llenan de inspiración , tu sonrisa es la lira de mi música, de aquellas entrañables canciones que dedicabas a nuestros momentos.
Eres mi padre, con defectos y virtudes, con caídas y enhiestas, de buenas y de malas, con ímpetu o con desánimo ahí has estado padre, pendiente de mis derrumbes y de mis victorias, a veces callado y otras departiendo, contento o angustiado, cansado o fortalecido, sigues custodiando mis sueños como siempre, aunque a veces no lo digas, sé, padre mío que todavía me ves con entusiasmo, me abrazas cansado y aunque estés envejeciendo, sé, papá que llorarás si mis ojos lloriquean y te alentarás si vislumbras mi sonrisa.
Hoy padre querido, querido padre, nos concedes ánimo, nos heredas tus ganas de luchar y de ser perennemente tu muñeca, tu capitana, tu princesa, tu amor pequeño, tu campeón, tu capitán, tu hija, tu hijo por quienes has entregado, creído, luchado, vencido, amado, mentido, confiado, por quienes te has convencido en quienes has despilfarrado y por quienes también has perdido.
Gracias por todo papá, pero sobre todas las cosas GRACIAS por tu ineludible amor.
¡Feliz día del padre!
Karla Montenegro/Derechos Reservados
