Por: Manuel De la Torre Rivera*
Parte II de IV
“Construir un movimiento internacional capaz de acabar con la avaricia y la ideología de la élite milmillonaria, y de liderar el camino hacia un mundo basado en la justicia económica, social y medioambiental”
Bernie Sanders
En el número anterior de Biósfera, presentamos una introducción de la idea general que encabeza Oxfam Internacional para iniciar entre todos los pueblos del mundo la construcción de una comunidad mundial de nuevo tipo, más democrática, participativa, equitativa y justa.
Las líneas generales de la estrategia a seguir, las estableció Oxfam en el documento DESIGUALDAD S.A.** El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una acción pública transformadora, en cuatro secciones y 55 páginas, de los que aquí enunciamos sólo los subtítulos de los temas que se desarrollan en la Sección 4, titulada: “Una economía que esté al servicio de todas las personas”, después de hacer un breve comentario introductorio de esta sección.
Comentario introductorio:
En esta sección se analizan las principales medidas que la nueva sociedad debe tomar para facilitar el cambio de fondo: primero, aumentar drásticamente el nivel de igualdad, tanto a nivel nacional como mundial y en segundo lugar, frenar el podermonopólico nacional y trasnacional empresarial, para construir economías que funcionen con el conjunto de la población, que sean más democráticas, equitativas y justas.
«4.1 El aumento radical de la igualdad debe ser la prioridad absoluta de la humanidad Reducir rápida y radicalmente la brecha entre los más ricos y el resto de la sociedad, resulta vital para garantizar una vida digna para el conjunto de la población, en un planeta lleno de prosperidad, que no se encuentre en crisis. Los Gobiernos de todo el mundo deben desarrollar planes concretos de reducción de la desigualdad y medir mejor el impacto de sus políticas en la reducción de esa desigualdad.
4.2 Controlar el poder empresarial: tres pasos prácticos. El poder empresarial desbocado y la extrema riqueza han sido contenidos y controlados en el pasado, y pueden volver a serlo. Este informe sugiere tres maneras concretas, probadas y prácticas de hacer que la economía funcione para el conjunto de la población***.
Los Gobiernos deben reconocer su poder y asumir una función proactiva. Deben:
• Garantizar servicios públicos que combatan la desigualdad, como la sanidad, la educación y los servicios de provisión de cuidados; ofrecer una protección social universal y basada en los derechos de los trabajadores.
• Invertir en transporte público, energía, vivienda y otras infraestructuras públicas. Apoyar el derecho de las personas a acceder a la energía para fines personales y sus medios de vida, y a prepararse y protegerse contra los impactos climáticos.
• Explorar alternativas públicas (un monopolio público u otras) en sectores que son propensos al poder monopolístico y fundamentales (energía y transportescolectivos), tanto para aumentar la igualdad como para impulsar una rápida transición hacia el abandono de los combustibles fósiles.
• Reforzar la gobernanza, incluida la mejora de la transparencia, la rendición de cuentas y la participación pública y la supervisión de las instituciones públicas (incluidas las empresas estatales).
• Poner fin a la mercantilización de sectores de bienes públicos como la educación y la salud. Toda provisión de bienes públicos por parte de actores privados debe regirse por el interés público.
Acabar con los monopolios privados e impedir que el sector privado acumule demasiado poder. Los esfuerzos deben estar guiados por un movimiento antimonopolio de carácter global. Si bien cada país tiene su propio contexto, es posible aplicar los principios universales. Los Gobiernos deben:
• Acabar con los monopolios privados y poner freno al poder empresarial. Adoptando un enfoque específico al contexto nacional, debe considerarse todo el potencial que ofrece la legislación para desmantelar los monopolios privados existentes.
• En las últimas décadas, muchos países han desarrollado medidas y mecanismos legales para frenar los poderes monopolísticos de las grandes empresas. Entre ellas se encuentran: la adopción de medidas más estrictas en relación con las fusiones que transforman industrias. La aplicación de la ley antimonopolio funciona: el desmantelamiento de monopolios en el pasado ha dado lugar a una explosión de innovación.
• Acabar con el monopolio del conocimiento y democratizar las normas comerciales y de patentes. A nivel nacional e internacional, es necesario revisar las normas comerciales que permiten a las empresas controlar de manera agresiva la propiedad intelectual, que es vital para abordar la desigualdad. como el sector farmacéutico; y el intercambio de conocimientos a través de iniciativas como el centro de transferencia de tecnología de vacunas de ARNm de la Organización Mundial de la Salud.
Garantizar que no se recompren acciones ni se paguen dividendos si no se garantizan salarios dignos y la justicia climática. Restringir los pagos podría actuar como un poderoso incentivo para que las empresas cumplan con sus obligaciones sociales y ambientales.
• Las empresas pagan un salario digno al conjunto de su personal y disponen de una estrategia, con objetivos cuantificables y con plazos determinados, para garantizar que las y los trabajadores de las cadenas de suministro reciben un salario o ingresos dignos.
Introducir medidas jurídicamente vinculantes sobre la debida diligencia obligatoria en materia de derechos humanos y medioambiente con perspectiva de género.
• Dar seguimiento a las recomendaciones de justicia racial de las Naciones Unidas.
Apoyar y alentar a los sindicatos. Para poner fin a la actual crisis de desigualdad resulta fundamental garantizar unos salarios y unas condiciones de trabajo dignas para las y los trabajadores de todo el mundo. Las normas jurídicas deben proteger los derechos de sindicalización y huelga de las y los trabajadores; y las leyes que restringen estos derechos deben ser derogadas. Deben permitirse y apoyarse los convenios colectivos.
Limitar la remuneración de los directivos de cuello blanco.
Aumentar drásticamente los impuestos a las personas ricas y a las grandes empresas.
• Aplicar medidas de fiscalidad de carácter integral y permanente a los más ricos en todos los países.
• Aumentar urgentemente los impuestos sobre dividendos y ganancias del gran capital.
• Gravar los beneficios extraordinarios y aplicar impuestos permanentes sobre los beneficios excesivos.
• Aplicar medidas fiscales más eficaces a las grandes empresas, especialmente a nivel de sus actividades transfronterizas.
Los Gobiernos pueden apoyar a los negocios alternativos de varias maneras creativas y democráticas.
4.3 Aún hay esperanza. Los líderes políticos deben acabar con modelos económicos que ponen a los ricos accionistas por encima de todo y escuchar a su ciudadanía, que exige una economía más justa y próspera para el conjunto de la población. Tratar de arrebatar el control de la economía global a las élites puede parecer una tarea imposible, pero aún hay esperanza, como lo demuestran muchos ejemplos de todo el mundo.»
Salamanca, Gto. 02 de marzo del 2024.
* Miembro del Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Soberaníay el Observatorio Ambiental Ciudadano Biósfera.
** Consulta en Línea: https://oi-files-d8-prod.s3.eu-west-2.amazonaws.com/s3fs-public/2024-01/Davos%202024%20Report%20-%20Spanish.pdf
*** La frase hacer que la economía funcione para el conjunto de la población, implícitamente establece que el sujeto principal es la población y es ésta la que también debe ser el principal sujeto activo de ese cambio.
