Debido a que los conductores circulaban a exceso de velocidad por la citada calle, los vecinos de la zona solicitaron el apoyo de las autoridades de Tránsito Municipal, con la finalidad de prevenir algún futuro accidente, pues en esta vía, por las tardes, hay niños jugando.
Ante las negativas de los automovilistas a reducir la velocidad cuando circulan por esta calle, los habitantes colocaron letreros en los que se podía leer la siguiente leyenda: «Señor conductor, en esta colonia no sobra ningún niño, maneje despacio».
La solicitud de los habitantes de la calle Padre Marocho fue atendida, instalándose un reductor de velocidad vehicular con la finalidad de que, en esta estrecha vía, los niños no corran ningún riesgo al caminar o jugar en la zona. Esta atención fue agradecida por los vecinos, quienes habían realizado la solicitud durante diversas administraciones públicas sin obtener respuesta. Fue hasta apenas después de una larga espera que se les brindó atención.
En este tenor, los residentes de la zona centro continúan invitando a los conductores a manejar con precaución y respetar los límites de velocidad, que han sido establecidos por la Dirección de Tránsito en 20, 30 y 40 km/h en las zonas urbanas.