El presidente municipal de Celaya, Juan Miguel Ramírez, anunció una consulta pública para decidir si se permitirá nuevamente el uso y venta de pirotecnia, a 25 años de la prohibición establecida tras el «Domingo Negro».
Fue un 26 de septiembre de 1999, en que una serie de explosiones provocadas por material pirotécnico que inició en la Abarrotera Celaya, ubicada en la calle Antonio Plaza, provocó la muerte de 72 personas y dejó a más de 350 heridas, la tragedia más grande que ha vivido Celaya y que más profundas heridas sociales dejaron.
El alcalde celayense señaló la necesidad de revisar las causas del accidente y mencionó que la pirotecnia actualmente proviene de municipios vecinos, ya que en Celaya esta prohibida su venta desde aquél lamentable suceso que dejó marcada para siempre la historia del municipio.