La Diócesis de Irapuato expresó su consternación y dolor tras el hallazgo de una fosa clandestina con restos humanos en la comunidad de La Calera.
En un comunicado firmado por la Comisión Diocesana de la Pastoral de la Comunicación, la Iglesia católica llamó a no permanecer indiferente ante el sufrimiento causado por la violencia.
“Nos duele profundamente ver cómo nuestra nación se desangra. No podemos permanecer indiferentes. Todos tenemos responsabilidad en la construcción de la paz”, citó el mensaje, retomando el llamado de la Conferencia del Episcopado Mexicano de 2010.
El documento señala que este tipo de hechos obliga a mirar el rostro herido de Cristo en cada persona desaparecida, y exige justicia, verdad y paz como camino hacia la reconciliación. La Iglesia reitera que toda vida humana es sagrada y que la violencia nunca debe justificarse.
Con un tono de indignación y solidaridad, la diócesis acompañó espiritualmente a las familias que viven la angustia de buscar a sus seres queridos, y exhortó a las autoridades a realizar investigaciones transparentes para esclarecer los hechos. Asimismo, pidió a la sociedad civil no caer en la indiferencia y promover una cultura de reconciliación y vida.
“El Evangelio nos recuerda, dichosos los que trabajan por la paz’”, citó el comunicado, que concluye con una súplica a Dios para que dé fuerza ante el miedo y sabiduría para construir fraternidad.



































