El gobierno de Estados Unidos ha implementado una nueva política que restringe la concesión de visas deportivas a mujeres transexuales que deseen competir en deportes femeninos. Esta medida afecta a categorías de visa como O-1A, EB-1, EB-2 y exenciones por interés nacional. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) considera que la participación de mujeres transexuales en deportes femeninos es un factor negativo al evaluar las solicitudes de visa.
La administración de Donald Trump justifica esta política como una medida para garantizar la equidad y la seguridad en el ámbito deportivo femenino. El portavoz del USCIS, Matthew Tragesser, afirmó que la intención es evitar que atletas masculinos extranjeros cambien su identidad de género para competir en deportes femeninos y aprovechar ventajas biológicas. Esta política se alinea con un decreto firmado por Trump en febrero de 2025, titulado «Manteniendo a los hombres fuera de los deportes femeninos», que prohíbe la participación de mujeres transexuales en competencias deportivas femeninas.
La medida ha generado controversia y críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos de las personas transgénero, que consideran que esta política vulnera los derechos de una pequeña minoría de atletas. Además, se argumenta que la política podría tener implicaciones más amplias en la inclusión y la equidad en el deporte.
Esta acción forma parte de un conjunto de políticas implementadas por la administración Trump que buscan regular la participación de personas transgénero en diversas áreas, incluyendo el deporte, la educación y la identidad de género en documentos oficiales.




































