Habitantes de al menos cuatro comunidades del municipio: Rancho Nuevo, La Venta, La Torna y La Tinaja, alzaron la voz tras recibir en sus casas agua potable con un aspecto preocupante, es decir, tonos café y amarillentos que generan desconfianza para su consumo.
De acuerdo con los testimonios, desde el pasado miércoles 10 de septiembre comenzaron a notar el cambio en el suministro. Aunque el líquido no desprende olores fuertes ni parece tener sedimentos visibles, la coloración ha causado alarma y molestia entre las familias.
Hasta el momento, ni las autoridades municipales ni el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA) han emitido alguna explicación o postura oficial sobre lo ocurrido, lo que aumenta la incertidumbre entre los afectados.
Los residentes señalan que no solo se trata de un problema estético, sino de salud pública, pues el agua turbia podría representar un riesgo para niños, adultos mayores y personas con padecimientos crónicos.
Mientras tanto, las familias continúan a la espera de una respuesta y una solución que garantice la calidad del servicio que pagan cada mes.
Fotografía: Periódico Correo.



































