Jóvenes de grupos apostólicos en municipios como Jaral del Progreso, Cortázar, Valle de Santiago y Pénjamo han cambiado sus horarios de reuniones parroquiales ante el riesgo de reclutamiento forzado por parte de grupos criminales.
El obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, confirmó que las actividades vespertinas han sido ajustadas para proteger a los adolescentes y jóvenes, especialmente en zonas donde la violencia se ha intensificado.
La situación también ha impactado a parroquias de la arquidiócesis de León. Por su parte, su vocero, Marcos Cortés Muñiz, comentó que en las zonas con mayor inseguridad se han tomado medidas similares. “No podemos quedarnos sin evangelizar, pero sí debemos actuar con prudencia”, afirmó.
Ambos líderes religiosos coincidieron en que la violencia no solo limita la participación juvenil en la iglesia, sino que afecta directamente el trabajo pastoral con este sector de la población.



































