César Prieto, exhibió su ignorancia y un preocupante desconocimiento de las leyes de seguridad que debería conocer a profundidad.
Mientras la ciudad atraviesa una crisis de violencia que ha cobrado la vida de 245 personas en lo que va del año —un aumento del 65% respecto al anterior—, el edil demostró en entrevista no saber ni quién debe elaborar el plan de seguridad de su municipio.
César Prieto aseguró erróneamente que el programa de seguridad debe pasar por el Copladem, cuando la ley estatal es clara al señalar que es responsabilidad del Instituto de Planeación (IMPLAN). Este error no es solo administrativo, es la razón por la cual el programa no ha podido ser publicado legalmente, dejando a Salamanca sin una estrategia oficial válida.
A esta falta de conocimiento se suma una estrategia de opacidad. A diferencia de municipios como León, donde los informes de seguridad son públicos y transparentes, en Salamanca el Secretario del Ayuntamiento y el Secretario Particular han sido señalados por ocultar información y mentir en solicitudes de transparencia, lo cual podría constituir un delito.
La situación es crítica, con un Director de Seguridad Pública que elabora planes fuera de la normativa y un alcalde que desconoce los procesos básicos, Salamanca enfrenta su etapa más violenta bajo una administración que parece no saber legalmente dónde está parada.































