A pocos días de la Navidad, comerciantes temporales continúan instalados con la ilusión de que las ventas mejoren. Tal es el caso de la señora María Elena, quien desde temprano permanece en su puesto esperando la llegada de clientes, aunque reconoce que el panorama ha sido complicado durante esta temporada decembrina.
«La gente no viene, están las ventas muy bajas»
La comerciante explica que, a pesar de estar presente todos los días, la afluencia de personas es mínima y el movimiento comercial no es el esperado para estas fechas, tradicionalmente consideradas como una de las mejores del año.
«Todos los días aquí se queda así, solo solo. Casi la gente pues no quiere venir a comprar»
De acuerdo con la señora María Elena, incluso cuando llegan algunas personas, las compras son muy limitadas, pues los clientes únicamente adquieren lo más indispensable y se retiran rápidamente, dejando los pasillos prácticamente vacíos.
«Pues puede ser que no hay trabajo, a lo mejor no tienen dinero, o quien sabe, la gente nada más viene a comprar lo que necesita. Por decir, nada más la hierbita, un mono que ocupen, nada más y ya, se van. Se queda solo»
Esta situación impacta directamente en los ingresos diarios, que apenas alcanzan para cubrir algunos gastos básicos. La comerciante señala que hay días en los que la venta mejora ligeramente, pero no lo suficiente para considerar que la jornada fue buena.
«Pues cuando hay gentecita como unos 1,500 o 2,000 pesos, a lo mucho»
Aunado a las bajas ventas, la señora María Elena enfrenta gastos constantes que deben cubrirse diariamente, como la alimentación y el pago por el espacio donde se encuentra instalada, lo que vuelve más pesada la carga económica.
«Aparte para gastar para comer. Los gastos, la pagada del lugar»
Detalló que el cobro por permanecer en el sitio representa un gasto importante, ya que se realiza de manera diaria durante toda la temporada.
«Me están cobrando 180 diarios por… es un mes y 6 días, serían 36 días»
Pese a las dificultades, la señora María Elena no pierde la esperanza y hace un llamado a la ciudadanía para que apoye a los comerciantes locales, recordando que cada compra, por pequeña que sea, representa un alivio para quienes dependen de estas ventas.
«Ah pues sí, que los invitamos, que nos vengan a consumir. Un burrito que les haga falta, una figurita que les haga falta, un adorno navideño ¿verdad? no tenemos precios, no muy altos, ya que lo que queremos es que salga la mercancía»
La señora María Elena y otros comerciantes permanecerán instalados hasta el próximo 24 de diciembre, aproximadamente hasta las 8 de la noche, con la esperanza de que en los últimos días previos a la Navidad las ventas repunten y la temporada cierre de mejor manera.

































