De acuerdo con datos recientes, el 59% de los casos de discriminación hacia personas de la diversidad sexual y de género ocurren dentro del hogar, lo que revela que donde se supone que debería ser refugio, es muchas veces el lugar donde más se vulneran los derechos.
El informe también señala que los espacios educativos concentran un 58% de los casos, mientras que los espacios públicos alcanzan un 40%. Estas cifras muestran que la discriminación no se limita a la calle o a instituciones, sino que se reproduce en los ámbitos más íntimos y cotidianos.
Las experiencias narradas por activistas y colectivos reflejan que la violencia en casa no siempre se manifiesta en agresiones físicas, sino en rechazo, burlas y exclusiones. Organizaciones de derechos humanos en Guanajuato han subrayado que visibilizar estas cifras es el primer paso para diseñar políticas públicas eficaces.
Conforme con la información de colectivos, es urgente implementar programas de sensibilización dirigidos a familias, escuelas y comunidades, pues la discriminación en el hogar genera impactos profundos en la autoestima y en la salud mental de quienes la padecen.

































