• Pobladores de la zona norte de Salamanca advirtieron los daños causados por el olvido y desatención de proyecto que impulsado por Ecología Municipal y del Estado
• Urgieron políticas protección y conservación ante la invasión de turistas que contaminan ríos , dañan y generan gran cantidad de basura

Un paraíso natural a punto de la extinción, esa amenazado por la irresponsabilidad de las autoridades municipales y del estado por promover el turismo de la zona norte desde Cañada de Ortega hasta la parte alta de comunidades rurales como El Caracol, La Campana, hasta Joyita de Villafaña, por el turismo local y de todo el Estado sobre todo motociclistas y jepperos quienes atraídos por la inhóspita la belleza de esta región y ante la falta de vigilancia así como condiciones para explorar la zona, que resulta afectada por el paso de vehículos, el consumo de bebidas embriagantes y la generación de basura, sin mencionar la contaminación orgánica que deterioran esta basta zona.

Habitantes preocupados por el daño ambiental y natural que está sufriendo esta zona, hicieron un nuevo llamado a las autoridades competentes para que se retome el proyecto de conservación y vigilancia de la también llamada zona natural protegida de Temascatío, zona que cada vez es más visitada por turismo local, nacional y extranjero quienes atraídos por la difusión que a través de páginas web y otros programas de promoción han incrementado de manera considerable la cantidad de visitante que acuden a recorrer y a descubrir esta riqueza natural, pero sin que existan normas, recomendaciones, infraestructura e incluso orientación a las familias nativas para que ayuden a cuidar esta zona, fungiendo como vigilantes y guías protectores de su patrimonio.

La inquietud fue expuesta a raíz de las constantes visitantes que cada vez con mayor frecuencia grupos de jeeperos y motociclistas que irresponsablemente y sin medir las consecuencias ingresan con sus unidades a zonas arboladas, invadiendo incluso partes altas o descubiertas de la cuenca del río, contaminando con residuos de hidrocarburos los manantiales.

Un grupo de pobladores como José Guadalupe N., advirtieron que el daño irreversible por el deterioro que se está originando a los ecosistemas que aún conserva la zona, es por la falta de vigilancia, información tanto a los pobladores como para los visitantes, a fin de que al recorrer la zona se establezcan límites, condiciones y sobre todo cuidados que deben atender para disminuir el impacto ambiental y patrimonial.

La implementación de estas normas, dijo es porque “llegan hasta lo Joyita de Villafaña hordas de jepperos y motociclistas a destruir estas áreas metiendo los carros al rio que derraman aceite”, es por lo que reiteradamente se ha buscado que las autoridades asuman su responsabilidad y cumplan con los acuerdos, convenios y promesas que han hecho a los pobladores para “instrumentar una política de turismo, que contemple tener vigilancia pagada por el municipio para que no se afecte este entorno y sobre todo que establezcan programas para que haya orden en la exploración y zonas de recreación, por el incontrolable consumo de bebidas embriagantes que junto con el consumo y elaboración de alimentos que generan gran cantidad de basura y daños.

Los pobladores indicaron que son constantes las promesas que se implementaran programas y políticas para el cuidado de la zona, han sido palabras al aire de una zona ignorada por las dos instancias de gobierno, por lo que una vez más lanzaron el llamado urgente para que se emprendan acciones verdades para la protección y conservación de esta riqueza natural que conserva el municipio de Salamanca.