Pese a que la anterior Administración prohibió la instalación de comercios semifijos en el Jardín Principal en la actual se ha autorizado, pero a su conveniencia.
El viernes la dirección de Fiscalización colocó a cerca de 50 vendedores en un espacio que lejos de beneficiarlos los pasará a perjudicar durante los 10 días en los que ofrecerán alfeñiques.
Durante seis meses los artesanos dedican parte de su tiempo en la elaboración de estas finas piezas de azúcar, sólo tienen dos temporadas de venta, la de Semana Santa y ahora para las festividades de los muertos.
Sin embargo este año en particular será malo para los comerciantes, debido a la ubicación en la que fueron colocados de acuerdo a la disposición de José Alberto Tovar Salas, director de Fiscalización.
Debido a que este año el toldo donde estarán los vendedores mide seis y no cinco metros como el de la temporada anterior, la dependencia determinó que 25 quedaran de frente hacia las bancas del jardín, lo que va a imposibilitar el paso a los compradores.
“La pasada de aquí llegan a abrir el café y ponen las mesas entonces que espacio le van a dar a la gente para que pueda pasar por aquí, no lo entendió nada más dio la orden para que nos instaláramos por qué toma esas decisiones si él realmente no sabe cómo está la situación de aquí”, dijo Graciela Martínez, vendedora de temporada.
Ante esta disposición, los vendedores inconformes acudieron a manifestarse a la casa del alcalde Antonio Arredondo, pero no ingresaron, ni siquiera pasaron de la caseta de vigilancia.
Durante la media noche del sábado y primeras horas de este día aún con la inconformidad tuvieron que armar sus puestos hacia el sentido establecido por Fiscalización.
“Qué le hacemos, tenemos que vender, sería dinero tirado a la basura y ni modo tenemos que acomodarnos como ellos dicen, pero esto es mal manejo de la gente que está abajo del alcalde”, dijo María Gutiérrez.
Sólo esperan que esta medida no afecte a las ventas aunque prevén que serán peor que el año pasado.