La venta de espacios para colocar a los difuntos se disparó tras la declaración del Vaticano que asegura que esta prohibido para los católicos conservar las cenizas en casa.
La semana pasada, el Vaticano aclaró que está prohibido para los católicos convertir las cenizas de los muertos en piezas de joyería u otros artículos, conservarlas en casa o dispersarlas en la naturaleza.
Se trata de la instrucción “Ad resurgendum cum Christo”; (Para resucitar con Cristo), redactada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, con recomendaciones acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación.
“No se permite la dispersión de las cenizas en el aire, la tierra o el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos”, asegura el documento, en reacción a las prácticas de sepultura que se celebran en estos días.
Tras dicha declaración, la venta de nichos funerarios en México registró un crecimiento de alrededor de 20 por ciento este año, cifra que podría duplicarse en 2017 ante las nuevas disposiciones de la Iglesia católica, afirmó Carlos Lukac director general de funerarias Grupo Gayosso.
Esta medida será un aliciente para la industria funeraria, donde este grupo tiene una reserva superior a los 60 mil espacios, admitió el directivo de la octava casa funeraria más grande a nivel mundial.
La misma empresa también anunció que en un par de meses estará listo el innovador servicio “funeral virtual”, mediante el cual la gente podrá ingresar a las salas de velación vía smartphone y otros dispositivos electrónicos.