En los festejos del 14 aniversario del Centro de las Artes de Guanajuato, el Instituto Estatal de la Cultura, en colaboración con la Secretaría de Cultura a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Moderno, tienen el honor de inaugurar la magna exposición: “Rufino Tamayo, Ecos Generacionales”.
La cita es este próximo viernes 11 de noviembre a las 19:00 horas, en las galerías del Claustro mayor del ex convento agustino en la ciudad de Salamanca, donde los asistentes podrán disfrutar por primera vez en el Estado de Guanajuato, de esta colección del Museo de Arte Moderno.
Nacido en Oaxaca el 26 de agosto de 1899 en una familia de raíces zapotecas, al quedar huérfano de su madre, Rufino Tamayo se mudó a la Ciudad de México con su tía Amalia para apoyar a la familia en el puesto de frutas del mercado La Merced, al tiempo que asiste clandestinamente a clases nocturnas de dibujo, hasta que finalmente ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1917. Para comenzar a pintar formalmente en 1920, siendo las primeras tres décadas de su producción, la que en opinión de muchos, ofreció lo mejor de su trabajo artístico.
En los primeros años de la culminación de la Revolución Mexicana, nuestro país vive una etapa de excepcional creatividad artística que dispone de circunstancias políticas, sociales y culturales adecuadas para que ésta se desarrolle. Bajo este contexto, Rufino Tamayo, un joven aprendiz sin ninguna predisposición familiar a la vocación artística, debatiéndose en un medio naciente y en cierta medida discriminatorio, manifestó en el umbral de su carrera una de las visiones más avanzadas de su tiempo.
Su importancia histórica estriba en dos aportaciones fundamentales. En primer lugar, tras insaciables búsquedas formales, introduce en México un lenguaje pictórico único que será modelo y referencia imprescindible para las siguientes generaciones de artistas. Su otro mérito es haber sabido imponer su voz en México a pesar del ostracismo que prevalecía en el medio. Franco corredor que peleó incansablemente por preservar su libertad de acción y de pensamiento, Tamayo accedió en cuestión de tres décadas al rango de pionero de la modernidad en la pintura mexicana del siglo XX.
Rufino Tamayo. Ecos generacionales entabla, a través de la colección del Museo de Arte Moderno, un diálogo entre el trabajo del artista oaxaqueño y la pintura con la que convivió y la que le sucedió. A través de esta colección que contiene uno de los más importantes y significativos grupos de obras de Rufino Tamayo, podemos descubrir las influencias, quizás no consientemente asumidas, pero que son ciertamente visibles en el panorama pictórico de nuestro país a lo largo de al menos tres décadas, colocándolo como un referente innegable y paradigmático de la porducción artística mexicana.
Conformada por 39 obras, esta exposición estará abierta al público gratuitamente a partir del viernes 11 de noviembre y hasta el 3 de febrero de 2017, en horario de 9:00 a 21:00 horas de lunes a domingo, en las galerías del CEARG.
Para mayores informes acudir al Centro de las Artes de Guanajuato ubicado en Av. Revolución # 204 Zona Centro, Salamanca, Guanajuato o comunicarse al tel.: (464) 6416612 y 13 ext. 104.