En los últimos años, usuarios de servicios financieros han recibido un gran número de llamadas de empresas denominadas “reparadoras de deuda”, las cuales ofrecen soluciones casi mágicas a todas sus deudas pero sin garantía alguna, además de un alto riesgo de que estropeen tu historial crediticio.
Al respecto, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) a través de la Dirección de Análisis de Servicios y Productos Financieros, advierte que en México no existe la figura legal de “reparadoras de deuda”, por lo que al no estar reguladas por ningún órgano de gobierno, no hay manera de presentar una reclamación ante las autoridades en caso de incumplimiento o fraude.
Si bien cada “reparadora de deuda” tiene un esquema de operación propio, generalmente todas te ofrecen asesoría legal y financiera, tomando en cuenta tus ingresos, egresos y deudas, determinan el monto que puedes destinar para pagar, negocian a tu nombre la reestructuración o descuentos de tus deudas con las Instituciones Financieras acreedoras, y también se hacen cargo de atender las llamadas de los molestos despachos de cobranza.
Pero debes de saber que estos servicios no son gratuitos, ya que en la mayoría de los casos, aplican una cuota general por integración, alta, apertura y trámites administrativos, o en algunos otros cobran una cuota mensual o un porcentaje de la deducción de la deuda que logren conseguir.
Al respecto, la CONDUSEF recomienda acercarse directamente a la Institución Financiera acreedora, para llegar a un acuerdo y no tener que recurrir a este tipo de servicios ya que, además de que no proporcionan una solución legal, corres el riesgo de que se trate de un fraude y seguramente quedará una nota negativa en tu historial del Buró de Crédito.