Quién no ha estado en una lluvia de dulces, frutas y juguetes, luego de quebrar una piñata en una posada o celebración decembrina?
Las piñatas fueron introducidas por los españoles y son indispensables para las posadas y la Navidad.
Para nosotros los mexicanos, son motivo de júbilo, arte y diversión, hasta la actualidad.
El director del Instituto de Estudios sobre Centros Históricos (IESCH) del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG, José Alfredo Alcántar Gutiérrez, indicó que las tradicionales piñatas representaban los siete pecados capitales.
La idea -dijo- era golpear la piñata con un palo porque representaba los siete pecados capitales, «que traía normalmente todo pecador, y romperlos era como una especie de renovación, como un compromiso o una especie de ofrecimiento a Dios de que será todo nuevo y esos males que afectaban al espíritu ya estaban destruidos».
Estaban decoradas con los siete picos que envolvían el cántaro, en cuyo interior había colaciones, frutas, etc., al romperla caían al suelo y toda la gente juntaba toda esta serie de suculentos dulces, frutas y demás, y era una especie de premio por haber roto esa conexión con los pecados capitales».
Alcántar Gutiérrez comentó que con el paso del tiempo esto fue cambiando, pues «además de las piñatas de siete picos, ya se crean figuras que tienen que ver con las caricaturas que están de moda, normalmente con la influencia norteamericana, cuestiones mercantiles que no tienen que ver con lo que son los festejos navideños».
Agregó que se elaboran piñatas de personajes polémicos y de famosos, también hay algunas piñatas navideñas, pero con un significado más bien anglosajón, que no es el que inculcaron los españoles con la evangelización.
«Todo esto de piñatas de Santa Claus, de los renos, del muñeco de nieve y todo esto no tienen que ver con esa tradición”.
Dijo que «la globalización sí nos ha cegado, ciertamente tenemos que abrirnos al mundo exterior, pero no hacerlo de una manera tan indiscriminada, hay grandes valores que deben prevalecer».
A su vez, el jefe del departamento psicopedagógico de la UAG, Fernando Ruiz López, subrayó que la tradición de romper las piñatas en las posadas se adiciona con los tradicionales cánticos.
El psicólogo puntualizó que a la piñata se le han atribuido muchas interpretaciones en este orden, «rompes la piñata y esto representa cómo la vida se da generosamente para todos, donde todos tienen una partecita que pueden disfrutar de esa piñata, de esa vida.
Con información del Excelsior