¡COMEDORES DE TAMAL, UNÍOS!
En Salamanca se hacen unos tamales muy buenos,pero -como en todo- hay niveles. Hay quien logra encontrar la textura adecuada , la combinación rica de sabores, el equilibrio entre masa y carnita y su correcta colocación en el producto. Y esos tamaleros de excelencia tienen un público numeroso. Y es que, con la crisis a la que nos ha llevado el gobierno del despeñadero, ese centenario alimento resulta un gran medio de sobrevivencia para los que hemos de caminar con sus ridículos salarios mínimos.
Hay un puesto en la plaza principal que, antes de que se ponga, ya tiene una fila enorme de comensales en espera de satisfacer la panza; yo cuando menos tengo la dignidad de formarme cuando ya llega el carrito. Y el éxito puede provocar soberbia: en algunos puntos te tratan con cierta displicencia y sí tienes la mala suerte de no llegar a tiempo, te encontrarás con un frío y despiadado “Ya no hay”.
Existe otro lugar por la calle Revolución donde se dan lujo de anunciar, sin piedad alguna, que solamente se venderá a los que han hecho pedidos o que “no se recibirán pedidos hasta nuevo aviso”. Siempre he dicho que sí lo único que te interesa es el dinero, lo ideal es que aprendas a hacer unos buenos tamales, o tacos.
Con cierto temor de ser descubierto y caer de la gracia de un tamalero del centro, suelo comprarle tamales a una señora que expende cerca de la avenida Morelos, pero el otro día estaba con ella el del centro…entonces me di cuenta de que ¡se está volviendo una cadena!.. ¡en este caso no hay competencia real!..lo bueno es que no quedé mal parado.
Entonces, nos vemos expuestos a cierto mal trato y dificultades para conseguir el apreciado producto…y es que los otros tamales no están tan buenos…cerca de Soriana se venden unos que tienen un queso negruzco y una masa dura, poco atractivos. Aunque es bueno probar de todo, pues de lo contrario se puede ser muy infeliz desde el punto de vista sexual: la gente que es quisquillosa y rutinaria para comer suele ser muy aburrida en la cama. Sin embargo, hay cosas que son demasiado pervertidas y hasta pueden dañar la salud…la física y la mental.
Por lo tanto, propongo que hagamos lo siguiente: dos o tres días compremos a los tamaleros de segunda, para que los otros adquieran algo de humildad. Y conste que no propongo esto cual si fuera un demagogo de izquierda, de esos que echan a la raza por delante y se hacen a un lado. No…sí me llegaran a ver, mientras ustedes le compran a cualquiera, en los puestos reconocidos, será porque ando observando y porque, en ocasiones, las cosas se pueden cambiar desde adentro del mismo sistema. Así pues, pueblo, hermanos…unámonos en beneficio de todos, por el bien común. Comedores de tamales de Salamanca..¡unámonos…no tenemos nada que perder y si muchos tamales que comer!
