Se estima que alrededor del 2,6% de la población mundial padece un trastorno de bipolaridad, según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Internacional de los Desórdenes Bipolares.
Se trata de una enfermedad crónica y recurrente, que afecta directamente el estado de ánimo. Quienes sufren de trastornos bipolares no tienen la capacidad de regular sus emociones e incluso padecen episodios maníacos y depresivos, que van desde la euforia y felicidad hasta la más grande tristeza.
¿Cómo convivir con alguien que lo padece?
Para convivir con esta enfermedad, lo primero que se debe hacer es identificar la existencia del problema y comenzar un tratamiento guiado por profesionales.
En segundo lugar, debemos recordar que se trata de un trastorno mental y que nuestro ser querido no es esa persona que nos insulta durante un brote depresivo o maniático.
Por último, debes tener en cuenta algunos consejos para que tu relación con quien padece bipolaridad sea más amena.
1 Reconocer los signos
Presta atención a su apetito, a sus niveles de energía, a su capacidad de concentración, a sus hábitos de aseo y a sus niveles de motivación.
Recuerda: identificar los signos te permitirá ayudar a tu ser querido, además de ser útil para comprender que se trata de un ataque y no de sus sentimientos reales hacia ti.
2 Apoyo
Sus emociones suben y bajan constantemente, tu deber es ayudarlo a que no pierda su motivación. No lo presiones para hacer cosas para las que no está listo. En su lugar, intenta ayudarlo con su medicación, con asistencia profesional y con tus palabras de tranquilidad.
Puedes intentar con estas frases:
- «Te amo».
- «Me preocupo por ti».
- «No estas solo».
- «No voy a abandonarte».
- «Estaré junto a ti cuando todo esto termine».
- «Puedes apoyarte en mi si lo necesitas».
- «Si te ayuda hablar con alguien, no olvides que aquí estoy».
3 Compañerismo
Sin importar qué suceda permanece a su lado, sé lo difícil que es, pero recuerda que es la enfermedad manifestándose y que esa persona te necesita.
Si te sientes triste, demuéstralo, si quieres salir hazlo. Pero no nunca permitas que la enfermedad de tu ser querido aplaste tus esperanzas.
Entiendo que es duro, pero si a pesar de todo sigues acompañándolo y manifestándole tu afecto, tu ser querido saldrá adelante mucho más rápidamente.