Proveedoras de la industria automotriz en la región del Bajío han comenzado a incorporar robots colaborativos, que tienen mayor conciencia en comparación con modelos anteriores, lo que les permite tener la capacidad para trabajar con personas.
Hace algunos años, el uso de robots en la producción era asunto sólo de empresas fabricantes de equipos originales (OEM por sus siglas en ingles); sin embargo, ahora compañías multinacionales Tier I (proveedoras de OEM), principalmente del sector automotriz en el Bajío, están incluyendo la robótica como aplicación de nuevas tendencias en la materia.
Proveedoras de la industria automotriz han comenzado a incorporar robots colaborativos que tienen mayor conciencia en comparación con modelos anteriores, lo que les permite tener la capacidad para trabajar con personas, de acuerdo con investigadores y empresarios.
Los robots colaborativos o cobots se utilizan en operaciones de ensamble y medición en compañías de diferentes sectores, y para actividades más precisas en las empresas Tier I, que ensamblan subcomponentes automotrices.
También, pueden ayudar a mover componentes pesados y voluminosos, aplicar soldadura y empacar productos, entre otras acciones.
Luis Miguel Iriarte, gerente de la sucursal Querétaro de Grupo Kopar, empresa que ofrece soluciones de automatización a la industria, indicó que los robots colaborativos se están usando en los puestos en donde existe más rotación de personal porque las actividades son desgastantes para el trabajador.
“Los cobots van a ayudar a la industria mediana y pequeña, no vienen a afectar al trabajador, ya que se puede contratar a más gente después porque ayudan a hacer crecer a las empresas. Son fáciles de programar y utilizan poca energía”, detalló.
Destacó que el retorno de inversión del uso de una tecnología de este tipo puede obtenerse en un periodo de seis meses a un año.
Juan Manuel Montoya Suárez, gerente de Proyectos de Cidesi, dijo que actualmente es más fácil para las empresas acceder a un robot porque los precios han disminuido entre 30 y 40 por ciento en los últimos años y tarda menos en llegar al país, antes lo hacía en diez años, ahora en tres.
Agregó que para las empresas, el uso de un robot inteligente implica un alto costo de inversión, que después genera amplias rentabilidades y explicó que, debido al crecimiento del mercado internacional de la venta de estos equipos, los precios de adquisición son cada vez más accesibles.
También, ha sido más fácil para las empresas de la región introducir robots colaborativos, ya que los ingenieros y técnicos que egresan saben más de programación y sistemas digitales que son usados para programarlos.