Muerde, jalonea, golpea, seguro conoces algún niño así y te has preguntado por qué tiene esa conducta.
Aunque podría pensarse que hay humanos que nacen violentos, en realidad los psicólogos coinciden en no es así. La violencia es un acto aprendido. Los niños la aprenden imitando a los adultos.
La doctora Lizbeth Vega Pérez, investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, responde a la interrogante ¿por qué los niños son violentos?
«Básicamente los niños aprenden por imitación, si ellos observan que los adultos importantes para ellos, como sus papás y hermanos, actúan de manera violenta, tienden a imitar esas conductas”.
Existen estrategias para prevenir las conductas agresivas y violentas. La investigadora ha evaluado una serie de habilidades de interacción social que los infantes en edad preescolar pueden desarrollar.
Pedir las cosas por favor, decir gracias, tomar turnos, cooperar, pensar en el bienestar del otro, integrarse en un grupo de amigos o jugar dos con el mismo juguete.
«El segundo paso es que aprendan a resolver conflictos y el tercero, que sepan autorregularse, es decir solucionar conflictos sin ayuda de los adultos”, indica la psicóloga.
Al poner en práctica estas estrategias en estancias infantiles donde colaboran maestras y padres de familia, los psicólogos de la UNAM han notado resultados satisfactorios.
«En la medida en que los niños adquieren habilidades más apropiadas para interactuar, reducimos la probabilidad de que desarrollen conductas violentas”, concluyó.