Por: Observadora exterior.
Buenos días lectores, esta semana el presidente municipal rindió su tercer informe ante un selecto grupo de personas, en su mayoría funcionarios públicos. El parte policial no registra actos delictivos y hasta el último día de su administración, servidores públicos hacen su “año de Hidalgo”. Aquí la opinión de la semana.
Discurso de gobierno.
El pasado jueves 10 de septiembre el alcalde Justino Arriaga Rojas, rindió un discurso con motivo de su tercer informe de gobierno, en un evento que se supone debe ser público, fue una minoría, una élite y funcionarios municipales quienes escucharon el discurso, porque más que informe fue un discurso en el que el acalde se esforzó-casi a punto de gritar- por hacer creer que realmente “la hizo en grande” y los asistentes fingieron creerle aplaudiendo y felicitándolo más compromiso que por convicción.
Por segunda vez el gobernador del estado le hizo “el feo” y no asistió al informe a pesar de que en su agenda no tenía actividades públicas y tan privadito fue el evento que quien no trajera invitación no podía entrar al centro cívico, además de que los invitados fueron clasificados hasta por color, los azules sentados al frente y los de naranja más atrás y, quienes si se revelaron fueron los “acarreados” que esta ocasión se negaron a asistir ocasionando que el recinto luciera con varios asientos vacíos.
Y en lo que se suponía debía ser un informe del estado que guarda la administración municipal tras estos 3 años de gobierno de Justino Arriaga Rojas, se redujo a señalar las inversiones de la penosa ciclovía, el ecopuente y del polémico C4.
Los ejes.
Justino Arriaga Rojas baso su programa de gobierno en 5 ejes de trabajo: sentido humano, sustentable, dinámico, eficiente y seguro, pero en ninguno de los 5 se alcanzaron las expectativas. En su labor diaria se le olvido el sentido humano y se mostró más como una administración con funcionarios arrogantes y prepotentes lejos de trabajar para favorecer el desarrollo integral de la persona. La conciencia ambientalista que pretendía promover en la población salmantina durante su administración, se le olvido, incluso, a él mismo al grado que en materia ambiental parece que Salamanca retrocedió no sólo al ignorar el tema como si no fuera una prioridad, sino que se están presentando casos como la caída de hollín que por varios años se había controlado. Además de que la directora de media ambiente, parece que sólo ocupo el cargo para afianzar relaciones que le faciliten la asociación civil que se dice pondrá en marca con su padre Juan Ángel Mejía para bajar recursos, pero ¿a dónde los destinaran?
En el eje dinámico es innegable el avance en desarrollo económico por la atracción histórica de empresas, principalmente en el ramo hotelero y de servicios, pero las oportunidades laborales que esto representa, están muy lejos de dignificar y elevar la calidad de vida de los salmantinos considerando los pésimos salarios y jornadas laborales. En el eje eficiente, el gobierno municipal tenía por objetivo ser una administración productiva y confiable, respetuosa de las libertades, del capital de los contribuyentes, así como ofrecer a la población soluciones de acuerdo a sus necesidades, pero la realidad otra, pues sólo hay que recordar a cuántos salmantinos, literalmente, les cerraron las puertas de presidencia y cientos siguen en espera de agua potable y sorteando las pésimas condiciones de los caminos rurales. Y de confiable, pues nada más basta recordar el tema de los “moches” que colocaron al alcalde y a su progenitor en los reflectores nacionales, y ni qué decir del tema del C4 donde en complicidad con regidores y otros funcionarios públicos falsificaron actas para la compra de terrenos a sobreprecio.
Y para rematar en el eje de seguridad definitivamente la recomposición del tejido social no se logró, pues en Salamanca se están viviendo hecho de inseguridad que nunca antes se habían presentado, un evidente tráfico de armas, narcomenudeo, el posicionamiento del crimen organizado y ahora hasta la posible implicación de elementos de seguridad pública en el homicidio de un joven y tema del cual el director de Seguridad Ciudadana desconoce, además del corrompido parte policial en el que no se reportan los delitos atendidos-aunque tarde-por la misma dependencia municipal.
Así que Justino Arriaga Rojas, no sólo terminar su administración con objetivos inconclusos, sino también con un rechazo social sin precedentes, con una serie de auditorías por diversos actos de corrupción y que por arreglos políticos no se han dictaminado, al menos no oficialmente, porque algo que él resalto fue que su administración fue la más auditada, pero ha salido limpia ¿cómo lo sabe? quizá la nueva legislatura ya le prometió “echarle la mano”.
“Al quite”
Quien tendrá que entrar “al quite” y definitivamente enfrentará un reto sin precedente en materia de seguridad será el presidente municipal electo, Antonio Arredondo Muñoz, quien por sí mismo también se ganó la desconfianza y desaprobación social y serán otros factores a superar. Hasta el momento Antonio Arredondo, sólo ha mencionado que quien esté a cargo de la dirección de seguridad municipal deberá ser una persona con experiencia probada, sentido humano y buenas relaciones con otras dependencias de seguridad, pero no será hasta faltando unos días para asumir su cargo, cuando dé a conocer a su gabinete, lo que ya sabe es que quien estará al frente de desarrollo urbano, será su pariente Gerardo Arredondo, así que seguramente el nepotismo, el tráfico de influencias y pago de favores serán aspectos que también caracterizaran a la administración entrante.
El desfile.
Se dice que el personal de presidencia municipal fue obligado a hacer “montón” en la inauguración del ecopuente y los hicieron desfilar desde la casa edilicia hasta el puente con todo y porras para el alcalde durante su trayecto, y es que, se presume que los beneficiarios de los distintos programas municipales están descontentos con Justino Arriaga Rojas, porque no les cumplió lo prometido ya no quisieron asistir a ningún evento al que los invitaban, aún y cuando les ponían en camión para trasladarlos, así que para que se viera gente en la inauguración del ecopuente, incluso en su informe, todo el personal de presidencia fue convocado para hacer “bola!.
Los negocios municipales.
Además de empoderarse de la administración “pública” municipal, los azules en el poder están haciendo de presidencia su empresa familiar, pues los cercanos al alcalde, como su tía, Conchita Rojas, directora de Cultura, también tiene a cargo la cafetería del centro de lectura cuando se supone este servicio se debe de concesionar, pero lo mismo sucede con Fernando Martín del Campo dueño-aunque otros dicen que prestanombres de Justino Arriaga Rojas- de un restaurante bar que también ya está brindando sus servicios al gobierno municipal. Así que estos sacan provecho de todo donde se pueda.
Lo absurdo.
Ante la creciente ola de delincuencia en Salamanca, parece que las autoridades han optado por ocultar información para hacer creer que se están poniendo a trabajar o que no pasa nada, pero como muchas otras, esta “estrategia” fue sacada de la manga y simplemente no cuadran los reportes hechos al 066 con los cero registros en el parte policial. Y para acabarla de amolar los “polis” ya se hicieron a la idea de que no recibirán ningún apoyo y que el recurso del subsemun el municipio lo destinará a las liquidaciones de los funcionarios que saldrán esta administración, pero que a uno que otro, quizá lo vuelvan a contratar en el próximo gobierno.
