Salamanca Gto. Es una pena que el vandalismo contra los teléfonos públicos se esté dando en la ciudad,  la proliferación de la telefonía celular ha dejado a un lado el uso de estos aparatos públicos, y a ello contribuye sobre todo a la ausencia de vigilancia de la policía preventiva.

La comunicación es prioritaria en todo sentido y los vándalos están olvidando este principio que puede salvar vidas en caso de una emergencia y que, toda persona podría acceder a este servicio telefónico con una moneda, por lo que se considera un crimen su destrucción.

Al menos este es el sentir de personas entrevistadas a este respecto que, reconocieron como un acto bárbaro las acciones de personas que atentan con las vías de comunicación en esta modalidad y que, parece ser a nadie le importa.

Este tipo de acciones los ciudadanos no debemos permitir, y como padres de familia dijeron tenemos que instruir a nuestros hijos, el respeto a los servicios que recibimos por parte de empresas e instituciones, que en algún momento podemos utilizar.

Cabe hacer mención que los teléfonos celulares no son infalibles por ejemplo: se le termina el saldo o agota la pila, un teléfono público sería la solución para resolver el problema pero, si las casetas y los aparatos están destruidos, ahí sí, valoraríamos su servicio.

Desafortunadamente en la ciudad no se cuenta con un servicio de vigilancia policiaca eficaz o al menos de presencia que, inhiba estos actos vandálicos contra los teléfonos públicos, por lo que las acciones de los vándalos se dan a plena luz del día.

La sociedad  debe de participar en la protección de las casetas de telefonía publicas porque, en verdad son un servicio social, que la empresa brinda para toda persona de cualquier estrato social, para que pueda comunicarse con sus familias, o requerir algún servicio de emergencia.