- Temen brote infeccioso por el rompimiento del drenaje, la lluvia y el abandono de la pavimentación que costará más de 1.6 millones de pesos.
- Los más expuestos son los niños por ser la calle Ignacio Zaragoza, el paso principal al kínder, primaria y telesecundaria.
La lluvia terminó por formar una laguna de lodo y aguas negras que rodean la escuela de la comunidad Xoconoxtle, luego que desde hace un mes la constructora dejó abandonada las obras de pavimentación de la calle Ignacio Zaragoza, después de remover la tierra y romper el drenaje de las viviendas.
Las condiciones insalubres no solo para los vecinos de dos cuadras, sino para todos los habitantes del Xoconoxtle, y de otras comunidades rurales como el Recuerdo y la Miguel Cervantes que se ven en la necesidad de rodear o transitar entre el lodo y el agua contaminada, para llegar a las escuelas.
La pavimentación de dos cuadras pequeñas en las que se invertirán más de 1 millón 600 mil pesos, es muy necesaria porque es el paso principal de alumnos, maestros y padres de familia para llegar al Kinder y a la primaria “Año de Juárez” y la Telesecundaria de Xoconoxtle, sin embargo las obras solo se empezaron y ya no continuaron.
“Y nada más vinieron con máquina sacaron mucha tierra y anduvieron tirando y llevando a no sé dónde (la tierra); y ya dejaron ahí todo, los drenajes está saliendo todo por ahí, porque rompieron las ollas, rompieron los drenajes y está ahí un despapaye”.
Lo más criticable es que sabiendo que ya no iban a regresar, después de romper los drenajes, “tiraron varios bultos de cal, para que no oliera mal” o para que no se originara un brote infeccioso por el derrame de agua, pero al quedar rota la tubería y las ollas “la popó ahí anda”.
Los vecinos comentaron que para evitar que el agua este derramando, varias familias compraron tubos para volver a conectar sus drenajes, pero no son todos “porque estamos con la esperanza que en cualquier momento vengan y siga la obra”, sin embargo ya va para un mes ya ningún trabajador regresó a seguir las obras.
El problema subrayaron es que con la lluvia, el agua del drenaje brotó y ha formado en la parte más baja “que está casi en la entrada del kínder” se formó un enorme charco de aguas residuales que han creado un foco de infección que pone en riesgo a las más de 400 familias de la comunidad.
Ante el temor a un brote infeccioso, habitantes pidieron a las autoridades municipales que se reanuden las obras o por lo menos se obligue a la constructora a que restablezca el drenaje “y que no deje el batidero que dejó, por las molestias, pero sobre todo por el peligro de enfermedad al que quedamos todos expuestos”, subrayaron