Por: Observadora exterior.
Buenos días lectores, poca fue la afluencia de salmantinos a dar el grito a la plazoleta Hidalgo y tras el acto protocolario, el alcalde disfruto de la noche mexicana que cada año realizan en la casa de la cultura, claro, pagada con nuestros impuestos, y para no variar a las primeras horas de la madrugada del 16 de septiembre Salamanca se tiñó de rojo. Aquí la opinión de la semana.
Grito de seguridad.
Poquitas, pero ruidosas fueron las personas que se manifestaron en la plazoleta Hidalgo la noche del grito de independencia el pasado 15 de septiembre exigiendo seguridad para nuestro municipio, fueron estas personas las que resaltaron en el tradicional evento de independencia en el que a diferencia de otros años, la plaza cívica lucia prácticamente vacía, a “ojo de buen cubero” menos de mil salmantinos fueron los que acudieron a dar el grito; quizá la lluvia ausento al resto de los salmantinos o quizá ese rechazo y hartazgo histórico por el que a traviesa el actual gobierno municipal, fue el principal factor para que la noche del 15 los salmantinos prefirieran conmemorar el tradicional grito en su casa o cualquier otro lugar que no fuera a la plazoleta.
Otra y nos vamos.
Pero los que no desaprovecharon festejar al grito de independencia fueron los servidores públicos-privilegiados, porque hasta eso no todos encajan- que como cada año, luego del acto protocolario hacen tremendo “pachangón” en la casa de la cultura, claro, pagado con el erario público y parece que este año “tiraron la casa por la venta”, pues el alcalde salió hasta las 5 de la mañana de su noche mexicana. Pero, esta semana no fue la única fiesta, pues paso lo mismo el día que el alcalde rindió su mensaje por el tercer año de su gobierno, tras haber emitido su “informe” cerro con otra “fiestecita”, también, pagada de nuestros impuestos; así que podrá no haber recursos para mejorar los caminos de las comunidades rurales como El Saúz de Cruces donde lo dejaron peor que como estaba, pero eso sí, las pachangas no pueden faltar.
Modus operandi.
Para no variar tras el grito de independencia Salamanca se tiñó de rojo, pues en las primeras horas de la madrugada del 16 de septiembre a fuera de un antro ejecutaron a una persona, hecho que se sumó a otras ejecuciones, robos y asaltos que se registraron esta semana. Y hablando de robos, parece que el nuevo modus operandi de los delincuentes de la avenida del trabajo es llegar con armas, amagar a los empleados, principalmente de tiendas grandes y llevarse el dinero con todo y caja registradora; son ya varios los robos que se han ejecutados en esa zona y de esta manera, y que es tan evidente para todos, menos para la corporación policiaca de nuestro municipio.
Crucero peligroso.
El crucero de las calles Héroes de Cananea e Insurgentes está representando un serio problema, no sólo vial sino también ecológico y es que, nuevamente, esta semana el tren volcó una pipa que derramo combustible, cuando aún ni siquiera se ha resarcido el daño provocado por este mismo tipo de incidente de hace algunos meses. Evidentemente la falta de precaución de los operados de las pipas es el principal detonante de estos accidentes, sin embargo, ante tal escenario, las autoridades no deben deslindarse, pues las consecuencias que se pueden derivar estas eventualidades pueden resultar catastróficas por la zona en la que suceden. Quizá no estaría de más llegar a un acuerdo con los empresarios transportistas de hidrocarburos, a fin de que puedan obligar a sus chóferes a extremar precauciones para evitar mayores riesgos al intentar ganarle el paso al tren.
El regañado.
Con motivo de la conmemoración de la creación de la Protección Civil en nuestro país, que se derivó de las acciones de rescate de personas tras el sismo que sacudió a la ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, en Salamanca se realizó un macro simulacro que el director de protección civil, Héctor Hernández de la Mancha, calificó de exitoso, lo cual es bastante gracioso, porque si luego de nada más estar observando y no dirigiendo, Hernández de la Mancha se llevó tremenda regañada por parte del presidente de bomberos a nivel estatal quien al percatarse de la ignorancia del titular de protección civil, a base de regaños le tuvo que explicar, literalmente, cuál era su chamba y función durante el simulacro.
Que se rasquen con sus propias uñas.
El director de protección civil, parece que ni se esfuerza por evidenciar su poca capacidad, pues tras los efectos de la tromba del pasado miércoles el personal de su dependencia llego a hasta dos horas luego de que se solicitó su apoyo en la comunidad de Sotelo, donde una fuerte bajada de agua causo serios problemas para varias familias que no recibieron el apoyo de la dependencia municipal, quien al llegar al lugar sólo les dijeron que no había víctimas mortales y que se retiraban prometiéndoles costalera, que hasta la fecha siguen esperando, lo mismo que en Villa Petrolera donde de la lluvia derribo una barda de la que ya se había dado aviso del riesgo que representaba. Lo más decepcionante es que al siguiente día de la tromba, el personal de protección civil muy sentado en el jardín de la comunidad de Sotelo y otro hasta lavando su camioneta mientras que mientras las familias afectadas sacaban el agua de sus casas como podían y trataban de rescatar lo necesario.
Lo ¿bueno?
En la pasada sesión de cabildo, el Ayuntamiento aprobó las reformas al reglamento de medio ambiente, en el que destacan el aumento de facultades del municipio y las multas para quienes cometan delitos ambientales. A primera vista, esto resulta bastante favorable, siempre y cuando el reglamento se aplique de apegado a la legalidad y de manera “pareja”, pues es por todos sabido que para los conocidos, amigos y compadres de los servidores públicos los reglamentos municipales no son aplicables, pero de entrada, bien por estas reformas aún y cuando sabemos que la verdadera problemática ambiental de Salamanca radica en las paraestatales y no en las quemas de esquilmo como nos lo han querido asegurar.
Prometer no empobrece
El tema del bono de los policía municipales para ayuda de vivienda, sigue siendo tema de molestia para los elementos de la corporación policial salmantina, quienes esta semana tuvieron la oportunidad de ver «guardadito» un bono simbólico de lo que será, o sería, su «ayuda» para vivienda por 3 mil 900 pesos, más todo ha quedado en eso, un bono gigante de mentiras y promesas; mientras el coordinador de seguridad José Alberto Tovar Salas, vía boletín de prensa, esta semana informó que ya llegó la segunda ministración de Subsemun para Salamanca, lo extraño es que en ningún momento hablo sobre la entrega de dicho bono, y digo extraño por que en el tema subsemun, el cual es un recurso federal, es importante y viene etiquetada la homologación salarial y los incentivos a los elementos de las corporaciones municipales de seguridad. Aquí quizá lo que se necesita es que los elementos levanten la voz, como ya lo han hecho en otros municipios, exigiendo sea valorado y respetado su trabajo por sus superiores, en este caso por el mismo presidente municipal.
El dato curioso.
Dicen que todo, absolutamente todo comunica, y la vestimenta no es la excepción. Resulta que en la pasada sesión de cabildo a quien ya de plano le valió la formalidad que el cabildo amerita, fue al regidor del verde o azul, ya no sabemos, Bernardo Mercado, quien de plano decidió llegar a cabildear vestido en bermuda, denotando la falta de seriedad propia del cabildo.
Que mal por este regidor, ir a una sesión de ayuntamiento en bermudas. Ya me imagino a los ciudadanos yendo a presidencia en show y zapatos de fut, a ver quien le da vergüenza. A donde fyeres, haz lo que vieres…lo bueno es que ya se van…..
Que mal por este regidor, ir a una sesión de ayuntamiento en bermudas. Ya me imagino a los ciudadanos yendo a presidencia en short y zapatos de fut, a ver a quien le da vergüenza. A donde fueres, haz lo que vieres…lo bueno es que ya se van…..