- Mas molestias está causando la reposición de la mala obra de introducción del drenaje.
- Zanjas enormes sin acordonar y sin reparar, han convertido la calle Guerrero en una peligrosa trampa de lodo.
Un verdadero peligro se ha convertido la calle Guerrero en la comunidad de Palo Blanco por las obras innecesarias de reposición de tubería de drenaje que el año pasado se introdujera, pero con una mínima capacidad que resultó insuficiente que en lugar de desfogar, el agua residual con la lluvia salió pero en el interior de las viviendas.
Sin embargo el cambio de la tubería, con las lluvias lógicamente ha originado doble molestias y afectación a los habitantes de esta comunidad, quienes desde el inicio de las obras ha resultado doblemente perjudiciales sobre todo en la zona más transitada, por ser el paso principal al jardín de niños.
Desde hace algunas semanas y en plena temporada de lluvias “vinieron a arreglar que iban a meter un tubo más grueso, y están metiendo el tubo y así le dejan, no rellenan la zanja, ni tampoco ponen ninguna cinta ni nada y los niños por ahí anda, con peligro de que puedan caer, porque las zanjas tienen dos a tres metros de profundidad”, señaló uno de los vecinos identificado como José, quien reiteró el riesgo con el que se vienen realizando estas excavaciones ya vuelven a hacerse innecesariamente.
Para colmo la tierra que dejan amontonada, por no rellenar, con las lluvias han hecho que la calle sea intransitable, por los montones de tierra floja, con la lluvia hacen imposible caminar y sobre todo transitar “incluso el señor que viene a repartir tortillas, se quedó atascado ahí”.
El problema es que la calle Guerrero es el paso principal a las escuelas, por lo que además de dificultar el acceso, resulta altamente peligroso para los alumnos y personas que transitan por el lugar.