FANTASMA DE LA FONDA. HECHO SOBRENATURAL OCURRIDA A UN TRASPORTISTA, EN LA CARRETERA ACAXOCHITLAN- NECAXA. EN EL ESTADO DE PUEBLA.
Acaxochitlan Pué. Ciertos relatos de conductores del trasporte pesado que circulan por las innumerables carreteras del país por lo regular versan, sobre experiencias de fenómenos sobrenaturales y ufologicos acontecidos durante sus trayectos, durante las noches.
Coincidiendo en sucesos terroríficos que se trasmiten entre ellos para que sus compañeros no sean parte de caer en ellos a su paso por esos sitios, dándoles detalles precisos y santo y seña de su experiencia, inclusive recomendándoles, no andar solos durante sus viajes.
Apariciones de entidades fantasmales en las rutas y objetos volantes no identificados en el espacio, han sido reportados entre ellos, en sus frecuencias radiales, desafortunadamente en muy pocas ocasiones, se niegan a hacer públicas sus experiencias.
Mucho menos ponerlas en conocimiento de las autoridades ante el temor de sufrir burlas o ser llamados locos, motivo por el cual la mayoría guarda silencio pero, se reconoce que la mayoría de los operarios del volante al menos, han tenido una experiencia de esta índole.
Mujeres pidiendo auxilio, hombres cruzando la cinta asfáltica, jóvenes bellas pidiéndoles un aventón, apariciones de ancianos tétricos, objetos volando a baja altura, luces potentes entre las arboledas, que emiten zumbidos como de abejas etc,etc.
Este tipo de casos son muy difíciles de comprobar en campo, debido a que los conductores andan de un lugar a otro y se pierde la oportunidad de coincidir con ellos para una investigación a fondo, aunque solo nos dan señas de los sitios, es remoto poder dar con ellos.
Un caso que nos llama la atención acerca de un lugar misterioso donde en ciertas ocasiones se abre un portal, que asemeja una pequeña fonda que es atendida por una mujer, que ofrece a bordo de la carretera, alimentos a conductores vehiculares por las noches.
Y esto ocurre en el tramo libre de la carretera federal Acaxochitlan- Necaxa en el estado de Puebla, según narro Arnulfo Cortez Villalobos, chofer de un tracto camión de fletes a nivel nacional, quien nos conto su macabra experiencia.
Circulaba con rumbo a México, hacia mucho frio y neblina, era pasada la medianoche, la verdad tenía hambre y en Necaxa los puestos de comida que están a un lado de la laguna, estaban cerrados y el punto más cercano, era Tulancingo.
Era lento el andar pues llevaba una carga de cuarenta toneladas de plátano a la ciudad de México e iba solo, escuchando la frecuencia de los compañeros que, por lo regular enlazamos para conversar, y estar prevenidos para no distraernos en el camino.
Cuando de pronto, nos dice “vi un sitio alumbrado con una débil luz amarillenta, como de esa luz que daban los quinqués de petróleo, saliendo de lo que parecía una casita de madera a unos metros de la carretera, y vi la silueta de una mujer, que me hacía señas”
Baje la velocidad y me ahorille, al acotamiento baje el vidrio y le dije que, que necesitaba ella me contesto que vendía comida y esa fue la palabra mágica que me hizo descender de mi unidad, y la seguí hasta el interior que, efectivamente estaba iluminado por un quinqué.
La casa era pequeña de madera, solo una cocina y una mesa con cuatro sillas la conformaban, me ofreció chiles rellenos, frijoles o huevos con salsa y café, le dije que me pusiera de todo, comí con avidez que tal vez, me cayo de peso y no supe mas de mi…
Desperté, no supe que paso, estaba tirado en el suelo, la casa estaba vacía, no había sido un sueño eran las seis y media de la mañana, me dirigí a mi unidad con muchas dudas en mi cabeza inicie la marcha, y esta es la primera vez que lo cuento, concluyo don Arnulfo.
En el lugar de los hechos antes de llegar al pueblo de Acaxochitlan existe la casita vacía, ningún indicio de haber estado ocupada al menos en los últimos diez años, por lo que, consideramos después de estar una noche completa en su interior, algo flotaba en el ambiente.
Solo una mezcla de misterio y emoción, no hubo quien nos diera información sobre ella, y sus propietarios, solo rescatamos que un matrimonio llego y construyo esta casa para vender flores y alimentos a los conductores, pero nadie sabe nada de ellos.
Creemos que el hecho donde se abre este portal es han alguna fecha definida solamente, como cuando existe un encantamiento sobre algún tesoro, y esto pudiera suceder en este sitio que continua en pie, a un costado de esta carretera que comunica, a los estados de Hidalgo y Puebla
