REGRESO DE LA MUERTE TRABAJADOR DE LA CONSTRUCCIÓN, QUINCE DÍAS EN COMA, EN SALAMANCA GUANAJUATO
Salamanca Gto.Un trabajador de la construcción asegura haber tenido una experiencia sobrenatural después de haber sufrido un accidente que lo mantuvo en coma por quince días.
Así lo manifestó a nuestro Grupo de Investigación Paranormal Juan Martín Pérez Gonzáles de 38 años de edad, con domicilio conocido en la calle Guanajuato a quien a petición del mismo, hemos cambiado su nombre pero, que obra en nuestro poder.
Resulta dijo que se encontraba trabajando en la construcción de un segundo piso como albañil, y mientras realizaba la labor con una varilla que entretejía para hacer una cimbra, toco un cable de energía eléctrica recibiendo una descarga de lleno, penetrándole por la cuarta costilla lanzándolo al vació.
De esta manera dijo, cayó de espaldas en unos tablones que se encontraban en la calle perdiendo el conocimiento, y entrando en coma por quince días, tiempo en que vivió una experiencia sobrenatural, o divina.
Al principio quiero decir “fui trasladado al Seguro Social de esta localidad”, pero después me trasladaron a la clínica de especialidades de León Guanajuato por la gravedad de mi caso, y ahí fue donde recupere el conocimiento, ante el asombro de mis familiares y médicos, que no daban crédito.
Parece ser que el dia que recupere el conocimiento, tuve una experiencia sorprendente y esto es lo que me ocurrió; tuve la sensación y así lo sentí, que mi espíritu se desprendió de mi cuerpo y, comenzó a elevarse a gran velocidad girando en espiral, fue así como me di cuenta que mi cuerpo se quedaba en la cama, hasta que se me perdió de vista.
Llegue a un lugar traspasando algo así como una nube de vapor muy acogedor, era algo así como la textura de los algodones de azúcar de las ferias, fue en ese instante cuando alguien me tomo del brazo, poniéndome verticalmente, era un hombre bajo de estatura, medio calvo, su pelo y barba eran blancas, quien me dijo al notar mi sorpresa” no temas soy san Bernabé, el guiador de las almas”.
Dicho esto me guio tomandome del brazo hasta que llegamos a un enorme porton de madera muy bien tallado, el cual toco en cuatro ocasiones, abriéndose primero una ala de la puerta, apareciendo una persona alta y regordeta de pelo negro entrecano y barba, el cual nos invito a pasar, en eso llego otro personaje que, dijo ser Pablo, y el que nos cedio el paso Pedro.
Ya en el interior formaron un triangulo conmigo en medio, y así avanzamos por grandes pasillos donde mucha gente se encontraba conversando, sentados en grandes bancas y enfrente de unas mesas, así atravesamos por hermosos jardines, y riachuelos de aguas cristalinas, escuchando cánticos y alabanzas.
Todo trascurrió así hasta que llegamos a un lugar que parecía ser el fondo de una cueva de donde salía una potentísima luz, que no podía ser vista de frente y fue hasta este lugar donde se me conmino a postrarme de rodillas, ellos tres hicieron lo mismo, en eso de entre esta luz, se vio claramente la figura de un hombre que se ponía de pie, con los brazos extendidos en forma de cruz, y exclamo, “que hace este hombre aquí, aun no a llegado su hora” y se volvió a sentar.
Ante esto se me ordeno ponerme de pie, e iniciamos el retorno por donde habíamos entrado, ya casi para llegar al portón escuche voces conocidas de amigos y familiares que ya habían fallecido, pero lo mas extraordinario fue observar a mi madre que suplicante me pedía que me quedara con ella.
Yo no sabía qué hacer y mi desesperación creció al ver a mi madre que se abalanzo a mi, siéndole impedido por los hombres que me escoltaban, de una manera apacible la apartaron, fue así como salí de nuevo al exterior, cerrándose el gran portón.
Ya en el exterior fui tomado nuevamente por el brazo por Bernabé, quien dándome un soplo me hizo descender nuevamente en la forma en que había llegado, y mi sorpresa aumento cuando empecé a observar mi cuerpo, y a mi esposa a un lado de la cama dormitando por el cansancio.
Todo sucedió de manera vertiginosa pues al ensamblarse mi espíritu nuevamente con mi cuerpo, fui despertado por una fuerte sacudida, que sorprendió a todos los que ahí se encontraban, que al unísono decían “Milagro” milagro.
Esta es mi experiencia quince días en coma, y regrese después de la muerte, antes de este suceso era poco participativo de la religión, después de esto, he llegado a comprender que algo hay de cierto en las almas que penan, tal vez por tener una deuda pendiente, y que no tuvieron la oportunidad como la tuve yo.de retornar a la vida, concluyo