Contento y sobre todo, orgulloso de su equipo, fue como terminó Matías Almeyda tras eliminar al NY Red Bulls en las Semifinales de la CONCACAF Liga de Campeones. El argentino alabó el temple de sus jugadores para mantener el ya histórico paso de su gestión, donde llevan siete finales en dos años.
«Estoy orgulloso de mis jugadores. Demostraron que llevan la bandera en alto. Siete finales en 2 años y medio, no es fácil. En ese sentido el trabajo ha mostrado sus frutos, y el primer objetivo en la pretemporada era jugar la final de esta copa, el primer objetivo está cumplido realmente sé que México estaba viendo el partido y es una alegría para mí como argentino en México la forma en que apoyan a estas Chivas”, señaló.
Del posible rival para la gran final, el argentino evitó elegir a un favorito por lo que puntualizó que le da igual cuál será su próximo rival pese a que se podría enfrentar ante América por el pase al Mundial de Clubes.
«No realmente el problema lo tienen los dos equipos que comenzarán el partido ahora, es muy bonito el tener que esperar para saber contra quién nos va a tocar, realmente nos da lo mismo (el rival) el que llega a la final es porque ha hecho las cosas bien y en ese sentido no elijo algún rival, tienen muy buenos planteles los dos así que, en ese sentido, hoy estamos felices por lo que hemos obtenido, y ahora tenemos otra final más”, explicó.
Al final Almeyda ponderó la importancia de todo el trabajo realizado para llegar a la instancia final pese a las bajas de algunos de sus jugadores, y se mostró ilusionado por llegar por primera ocasión a la final de un torneo internacional como técnico.
Chivas va a la final de la Concachampions
Las Chivas sufrieron, pero lograron mantenerse a la altura de la intensidad de los Red Bulls de Nueva York, y están en la final de la Liga de Campeones de la Concacaf.
El área del Guadalajara fue apedreada desde el inicio del encuentro. Los neoyorquinos adelantaron sus líneas y funcionaron a través de la presión, misma que obligo al Rebaño a meterse en su zona y defender con uñas dientes cada intento del cuadro estadunidense.
Pero entre rechazos defensivos, intervenciones de Rodolfo Cota y fallos en la delantera local, el marcador no se movió en la primera mitad. Los dirigidos por Jesse Marsch desperdiciaron sus momentos más vigorosos.
Fue hasta el minuto 52’ cuando los rojiblancos lograron llegar con claridad por primera vez a la portería rival. Edwin Hernández desbordó por la izquierda hasta el otro lado de la cancha y metió un disparo que meció las redes, pero por fuera de la portería.