Por: Observadora exterior.
Buenos días lectores, si ya estaban librando la cuesta de enero agárrense porque todo indica que ésta se prolongará todavía unos meses más con las nuevas cargas fiscales que el estado nos va dando a conocer de a poco. La calidad ambiental sigue empeorando, pero parece que no pasa nada. Y parece que podría haber cambios en la administración municipal que a más de 3 meses parece no tener rumbo claro. Aquí la opinión de la semana.
La cuesta de enero, febrero, marzo…
Estamos a unos días de terminar el primer mes del año y parece que la cuesta de enero se prolongará algunos meses más. Si la subida del dólar y el aumento en los costos de los productos de la canasta básica no fueran suficientes, el estado da otro golpe al bolsillo de los guanajuatenses que tengan vehículo automotor. Resulta que hasta 500 pesos nos podría costar este “requisito” que se ha convertido en una artimaña más para el fisco tanto estatal como municipal por eso de las infracciones por no verificar. Pero, la cosa se pone color de hormiga para los centros de verificación a quienes ya los están bombardeando con los créditos de Fondos Guanajuato para que se endeuden con unos 3 millones de pesos y puedan tener la infraestructura necesaria para la prueba dinámica que ahora exige el Instituto Estatal de Ecología y que incluye la medición de un quinto gas óxidos de nitrógeno, sustancia liberada en mayor proporción por la combustión de carbón, petróleo y gas natural, y es perjudicial para la salud. Que discrepancia, resulta que al estado le interesa el medio ambiente y la salud de la gente, pero no tiene la facultad para exigir que RIAMA responda por daños ambientales y de salud de los salmantinos.
Todo sea por la reconfiguración.
Pues ya el secretario de gobierno del estado confirmo que siempre sí fue RIAMA la responsable de los olores que por varios días invadieron la ciudad, pero dejo entrever que no habrá sanción por parte de las autoridades federales y el estado no insistirá, a pesar de los daños a la salud que esa situación provocó. Parece que los tres órdenes de gobierno están tan esperanzados en que la reconfiguración de RIAMA sea la solución de la problemática ambiental que por décadas ha afectada a los salmantinos, que ahora, tras haber sido anunciada por enésima vez, de ahí se agarraron para “perdonar” a la empresa, pues dicen que como los malos olores y las sustancias volátiles que emana son a consecuencia de las acciones de reconfiguración-que por cierto aún no comienza-pues no sancionaran a PEMEX, que ahora está bañando algunas zonas de la ciudad de hollín todas las noches. No quiero ni imaginar cómo estará la calidad ambiental una vez que comience la reconfiguración, digo, si es que ahora sí es de veras.
Sin rumbo claro, al menos para los ciudadanos.
A un trabajo de gestiones es al que se ha enfocado el presidente municipal Toño Arredondo durante sus primeros 100 días al frente de la administración municipal, insiste en que las oficinas de la ASEA se instalen en Salamanca como si eso fuera garantía para mejorar la calidad ambiental y en la creación de la nueva clínica del IMSS, un proyecto que también se viene arrastrando desde otras administraciones. Parece que lo único rescatable son los supuestos 40 millones de pesos que logró de la federación, pero habrá que ver a dónde los destina. La realidad, es que a más de 3 meses de haber comenzado no se ve para dónde vaya el rumbo de Salamanca, entendible por un lado debido al cambio de año fiscal, pero alarmante por otro, pues nada claro se ve, más aún cuando los salmantinos no sabemos bien a bien quien lleva las riendas del municipio. Pero, démosle el beneficio de la duda y esperemos que sus gestiones y compromisos se vean materializados muy pronto porque vaya que hace falta.
“Mala inversión.”
Cada vez siguen saliendo a la luz más cuestiones poco acertadas del ex alcalde Justino Arriaga Rojas, quien por cierto, dicen, ya casi termina su “hotelito” en San Miguel de Allende. Pero, esa es otra historia. Resulta que siendo alcalde, Arriaga Rojas se gastó más de 38 millones de pesos, entre ellos recurso federal del subsemun para renovar e incrementar el parque vehicular del municipio a más de 500 unidades. Lo que llama la atención, es que mientras varios servidores públicos, claro de más alto rango, estrenaban carro y hasta usándolo para servicio particular como es costumbre en cualquier dependencia municipal, estatal o federal; muchas de las unidades no sólo de policía sino de otras dependencias como servicios públicos siguen teniendo plásticos en lugar de vidrios, los cofres amarrados con cables a las defensas, los asientos casi desaparecen y de las condiciones mecánicas mejor ni hablar. Así que aquí le dejamos el dato, al ahora alcalde Toño Arredondo, por si piensa renovar vehículos, no se le olvide que los que necesita cambiar son los de quienes hacen la chamba pesada, no para los que sólo van a sentarse detrás de un escritorio.
Pal caso es lo mismo.
El subsidio para la seguridad de los municipios conocido como subsemun se convierte en subsidio para el Fortalecimiento de la Seguridad de los Municipios (Fortaseg), mediante el cual se prevé mejorar el combate nacional a la inseguridad mediante la profesionalización, capacitación y certificación de los elementos policiacos entre otros aspectos. A través de este programa la Coordinación de seguridad Pública espera ser subsidiada con más recursos que según los lineamientos del programa ahora tendrán más candados para su aplicación. La evaluación de control de confianza no queda fuera del Fortaseg, ni tampoco la capacitación que al parecer será la prioridad del gobierno federal ya que la mayoría de los recursos estarán etiquetados a ese rubro, ahora lo interesante será ver como se aplican ya que en administraciones pasadas la cosa de los dineros no ha quedado muy clara que digamos porque en materia de equipamiento las corporaciones siguen igual o peor y en infraestructura pues ya ni hablar del dichoso C4, que es todo menos un centro de seguridad, al final de cuentas durante todos los años del SUBSEMUN los menos favorecidos siempre fueron los elementos operativos quienes siguen siendo de los peor pagados en el estado y de plano el año pasado su apoyo de 3 mil pesos fue dado en vales para comprar material para construcción.
En espera.
Y en las conversaciones de radio pasillo, se dice que quienes ya están esperando estrenar su nuevo huesito son nada más y nada menos que Fernando Martín del Campo, quien se presume presidirá el Consejo del Comité Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, así como Herminio Torres, quien fuera director de desarrollo social en la pasada administración y que a partir de este año también ocupara un cargo en el Consejo del CMAPAS. Así que mientras unos se van otros llegan, bueno en realidad nunca se han ido, ahí han estado tras bambalinas.