Por San Agustín
“Sin espuela y freno, no hay caballo bueno.”.
En los últimos tiempos he escuchado hasta el cansancio, que la inseguridad que vivimos, se la debemos en parte a la educación. Y es que dicen los que saben, qué parte de la inseguridad está relacionada directamente con la educación, al grado que la inseguridad se ha convertido en la preocupación más importante y en la principal demanda social hacia el gobierno. “AL BUEN TRABAJADOR, NO LE FALTA LABOR”.
Entonces: ¿Debería la educación ser una preocupación más para la ciudadanía y otra demanda más para el gobierno? Yo creo que sí. Aunque confieso desconocer cual sea el principal lazo hipotético entre la educación y el comportamiento delictivo, pero si me consta que la educación agranda las oportunidades de acceder a trabajos legales y salarios dignos. “DEJA EL VICIO POR UN MES, Y ÉL TE DEJARÁ POR TRES”.
Sin titubeos podría decirse que una sociedad preparada y bien remunerada, desalienta el atractivo económico de las actividades ilegales o delictuosas, sin que esto signifique que una persona con menor preparación sea más propensa a cometer delitos en comparación con una persona con mayor preparación. “DIOS ME DÉ CONTIENDA, CON QUIEN ME ENTIENDA”.
Hasta aquí creo que más o menos la cosa está tan clara como el agua del Río Lerma, pero también es cierto que la formación académica no lo es todo, porque el acceso a la educación ha tenido las mismas restricciones de años atrás para la sociedad en su conjunto, a pesar de ser un derecho consagrado en la Constitución. ¿Qué fue lo que le pasó a nuestra comunidad? “¡QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE!”.
Entiendo que nuestro municipio se volvió más vulnerable a la ingobernabilidad, al no existir mandos policiales locales que pudieran hacer un llamado al orden, gracias a la incapacidad y a la corrupción de los gobiernos del PAN, que deberían actuar y no lo hicieron. No sé si por interés, por miedo o simplemente por falta de materia gris. “EL QUE SIEMBRA POCO, NO PUEDE ESPERAR GRAN COSECHA”.
Y es a partir de ese cáncer social que ha representado la inseguridad, que a algunos de nosotros nos ha resultado fácil infringir leyes y reglamentos, al grado de traicionar con nuestra conducta nuestros propios valores fundamentales, que por cierto para muchos resultan ser lo más valioso del ser humano. “DONDE HAY FUERZA DERECHO SE PIERDE”.
Nos toca a nosotros como sociedad responsable, luchar por recuperar la tranquilidad y el bienestar de años pasados, respetarnos entre salmantinos, empecemos por respetar la luz de los semáforos, las líneas de cruce peatonal y ciclo vías, los cajones de estacionamiento reservados a personas con discapacidad, de la tercera edad o mujeres embarazadas. “EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”.
Pero sin vacilaciones, los PANISTAS que nos privaron de la seguridad pública, que nos saquearon y que nos demostraron que la ley no es igual para todos, ya se fueron, ya no están. Mantengamos vigentes nuestras convicciones, volvamos a ser aquella sociedad alegre y tolerante que éramos hasta hace unos calendarios, a pesar que: “NO SEA TAN PRONTA LA CURA COMO LA HERIDA”.
Así las cosas.