Los niveles altos de glucosa en la sangre causados por la diabetes provocan dos problemas que pueden dañar los pies.
- Daño a los nervios: Uno de los problemas es el daño a los nervios de las piernas y los pies. Cuando los nervios están dañados, es posible que no sienta dolor, calor ni frío en las piernas y los pies. Cuando no tiene sensación en estas áreas, una llaga o cortadura de los pies puede empeorarse porque no sabe que la tiene. La falta de sensación surge por el daño a los nervios, que también se llama neuropatía diabética. Esto puede provocar una lesión grande o infección.
- Mala circulación de la sangre: El segundo problema ocurre cuando no hay suficiente flujo de sangre en las piernas y los pies. La mala circulación impide la curación de las llagas o las infecciones. Este problema se llama enfermedad vascular periférica. Cuando una persona tiene diabetes, fumar empeora los problemas de la circulación.
Estos dos problemas juntos pueden causar problemas de los pies.
Por ejemplo, los zapatos pueden causarle una ampolla cuando no le calzan bien. Pero debido al daño en los nervios del pie, no nota el dolor causado por la ampolla. Luego, la ampolla se infecta. Si los niveles de glucosa en la sangre son altos, el exceso de glucosa alimenta los microbios que causan la infección. Los microbios se multiplican y la infección empeora. La mala circulación de la sangre en las piernas y los pies retrasa la curación de la infección. En algunos casos las infecciones extensas nunca sanan. Este tipo de infección podría causar gangrena. Cuando hay gangrena, se mueren la piel y el tejido alrededor de la llaga. El área se pone negra y huele mal.
Para evitar que la gangrena afecte más piel y tejido, puede que el médico necesite realizar una cirugía para cortar un dedo del pie, el pie entero o incluso parte de la pierna. Esta cirugía se llama amputación.
¿Qué puedo hacer para cuidarme los pies?
- Lávese los pies todos los días con agua tibia. Toque el agua con el codo para asegurarse de que no esté demasiado caliente. No remoje los pies. Seque los pies completamente, especialmente entre los dedos.
- Revísese los pies todos los días para ver si tiene alguna cortadura, lesión, ampolla, enrojecimiento, callosidad u otros problemas. Es especialmente importante revisarse los pies diariamente si tiene daño en los nervios o mala circulación. Si no puede doblarse o levantar el pie para revisarlo, use un espejo. Si su vista no es buena, pida a otra persona que le revise los pies.
- Si tiene la piel seca, úntese crema humectante después de lavarse los pies y secarlos. No se ponga crema humectante entre los dedos de los pies.
- Use una piedra pómez o una lima de cartón para limar suavemente los callos y callosidades. Límeselos después de bañarse o ducharse.
- Córtese las uñas de los pies una vez por semana o cuando sea necesario. Córtese las uñas cuando estén suaves después del baño. Córtelas siguiendo el contorno del dedo y procure que no queden demasiado cortas. Límese las uñas con una lima de cartón
- Siempre use zapatos o pantuflas para protegerse los pies de las lesiones.
- Siempre use calcetines o medias para evitar las ampollas. No use calcetines ni medias cortas que le queden demasiado apretadas debajo de las rodillas.
- Use zapatos que le calcen bien. Compre su calzado por la tarde, cuando los pies estén más hinchados. Use los zapatos nuevos con cautela hasta que se suavicen. úselos sólo 1 ó 2 horas al día en las primeras 1 a 2 semanas.
- Antes de ponerse los zapatos, toque el interior de los mismos y asegúrese de que no tengan bordes cortantes u objetos que puedan lastimarle los pies.
¿Cómo me puede ayudar el médico a cuidarme los pies?
- Informe al médico inmediatamente de cualquier problema que tenga en los pies.
- Su médico debería hacerle un examen completo de los pies cada año.
- Pida al médico que le revise los pies cada vez que acuda a una cita para controlar su diabetes. Asegúrese de quitarse los zapatos y calcetines antes de que el médico entre a la sala de exploración para que no se le olvide revisarle los pies.