El hígado es el encargado de sintetizar sustancias que son importantes para el funcionamiento del organismo; producción de hormonas, para el transporte de medicamentos y es el principal desintoxicador de nuestro cuerpo.
“Este órgano se encarga de producir ciertas sustancias que evitan que se dañe nuestro organismo a través de su trasformación, permitiendo que su eliminación sea más eficiente”, señaló el doctor Manuel López Varela, coordinador clínico de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria No. 55 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en León, Guanajuato.
El hígado graso está condicionado por el exceso de sustancias grasas, específicamente colesterol y triglicéridos que se acumulan en los espacios ubicados entre células generando una consistencia y morfología que hace notorio el padecimiento.
La enfermedad se ve asociada en pacientes con obesidad y con el síndrome metabólico –conjunto de afecciones como elevación de la presión arterial, elevación de la glucosa y de colesterol y triglicéridos- que actualmente tiene alta incidencia en la población.
López Varela indicó que el hígado graso es una enfermedad que como tal no produce síntomas, sino que se demuestra o se llega a ella ante la presencia de los padecimientos que la condicionan y que ya mencionaron.
Dentro de algunas de las causas mencionó la mala alimentación y la cuestión genética porque está directamente relacionada con los niveles altos de colesterol malo y bajos niveles de colesterol bueno, además de la elevación de los triglicéridos.
El médico del IMSS resaltó que este padecimiento se presenta tanto en hombres como en mujeres y es más común que aparezca después de los 20 años de edad, pero existen casos en personas más jóvenes debido a la alimentación no saludable.
Es una enfermedad curable modificando los hábitos alimenticios para no acumular grasa dentro del hígado, además de la práctica de actividad física de manera eficiente y continua. Recomendó evitar ingerir refresco, harinas y grasas de origen animal.