Los aceites esenciales se utilizan principalmente para relajar, pero su uso cada día incrementa más ya que se ha descubierto que ayudan a prevenir enfermedades, así como a tratarlas. En el mercado existe gran variedad de marcas, las más comunes permiten utilizarlos de forma tópica u olfativa, algunos de mejor calidad y orgánicos incluso pueden ingerirse.
Cada aceite tiene una identidad, un aroma y características propias. Cuando los aceites se mezclan unos con otros también se juntan sus beneficios; algunos aceites son calmantes y relajantes, mientras que otros son estimulantes y vigorizantes, otros pueden ser muy efectivos para aliviar síntomas de infecciones comunes como resfriados y gripes.
Algunos hidratan y nutren la piel, pero la mayoría tiene virtudes relajantes, tonificantes o descongestivas, captadas al instante por el olfato y que constituyen toda una ciencia curativa, la aromaterapia, aunque ya es bien sabido que su uso directo en la piel es también muy favorecedor y sirven como una excelente alternativa para no recurrir seguidamente a los medicamentos.
Entre los síntomas para los que más se utilizan son:
- Contrarrestar el insomnio
- Reducir el stress
- Disminuir la ansiedad
- Aliviar el dolor
- Quitar la depresión
- Aumentar las defensas inmunológicas
- Corregir problemas estomacales crónicos
- Se pueden utilizar para higienizar una habitación, ropa o artículos personales.
- Evitar contagios
- Despejar las vías respiratorias
- Aumentar las defensas del organismo
- Fluidificar las secreciones
- Mejorar el sistema inmune
- Calmar la tos
- Dolor de garganta
Los más utilizados son menta, albahaca, eucalipto, naranja, ciprés, árbol de té, limón, lavanda, bergamota, pimienta, cardamomo, canela, citronela, clavo, salvia esclarea, hinojo, geranio, enebro, mejorana, pachulí y romero, auqnue existe un gran variedad.