Entre Marco Rodríguez y Felipe Ramos Rizo, exárbitros internacionales y mundialistas, hay conceptos en común, tras lo sucedido el viernes con sus colegas: los dos coinciden en que haber detenido el futbol, después de tantas faltas de respeto, fue dar pasos hacia adelante. Rodríguez valora “la muestra de unidad” que se ha manifestado por parte de los silbantes, pero considera que existe un error de procedimiento.
«Cuando ellos se atrevieron a utilizar el término ‘agresión’, tendrían que haber puesto lo que significa conforme al reglamento de competencia: es la conducta con fuerza desmedida, o con brutalidad, con la intención de causarle un daño al árbitro. Si fue así y pusieron en riesgo su integridad, al árbitro (Fernando Hernández) le faltó hacer lo que cualquier persona habría hecho en un Ministerio Público: ir con el médico legista para evaluar el grado del moretón, la ruptura del tabique nasal o lo que sea que haya sufrido”, explica.
Con ese parte médico anexado al reporte arbitral, agrega Chiquimarco, “estoy seguro que el Comité de Disciplina le hubiese metido un año de castigo a Pablo Aguilar. Pero, al no tenerlo, los árbitros lamentablemente abrieron la puerta para que el Comité, al no tener esos argumentos, se fuera por ‘un intento de agresión’”, complementa.
Para Felipe Ramos Rizo, quien en 1998 recibió una agresión del argentino Cristian Zermatten, castigado después por un año, el problema pasa por la Comisión de Árbitros, actualmente dirigida por Héctor González Iñárritu.
«En aquella ocasión no fui llamado por la Comisión Disciplinaria. Mandé mi reporte y a la siguiente semana seguía arbitrando. Esa semana se dio la sanción a Zermatten. Había una comisión que hacía valer los reportes del árbitro, que respetaba los reglamentos; hoy, ocurre todo lo contrario. Están llevando al arbitraje a la peor crisis que ha vivido en su historia”, sostiene.
El caso puede llegar a la FIFA, por medio de los diez silbantes internacionales que actualmente participan en el futbol mexicano.
«Ellos pueden enviar directamente documentación a la FIFA, reglamentos, cartas y esto puede ocasionar una investigación de lo que pasa en México”, agrega.
Si se busca un resultado positivo, concluye Ramos Rizo, “lo adecuado es no aceptar castigos mínimos. Seguir con la idea de que Aguilar y Triverio irse por un año”.