“Ya va llegando diciembre y sus posadas…”
No puedo lograr que de mi mente escape, la idea de iniciar con esta frase ceñida en la canción Regalo de Reyes, de la autoría del extraordinario cantante y compositor mexicano David Lama Portillo y que indudablemente muchos recordarán en la voz de Gabriel Siria Levario, el Rey del Bolero Ranchero, mejor conocido como Javier Solís.
¿Y a qué viene esto? se preguntarán seguramente. Pues resulta que en otros años para estas fechas era muy común que en las fachadas de muchos hogares ya se advirtiera con gran esplendor la proximidad de las fechas por llegar. ¿Y de esto, que nos ha quedado? ¿Quién o quienes están acabando con nuestro espíritu de la época más hermosa del año? Una de las grandes respuestas involucra a los dos principales actores: Gobierno y Sociedad, el primero que se compromete y no cumple, porque así son sus principios; y el segundo porque nosotros que los elegimos como autoridad, no les exigimos trabajo, transparencia y rendición de cuentas, y con esto olvidamos que la familia es la célula fundamental que da forma al tejido social.
Por eso los salmantinos estamos deseando tan solo una Noche de Paz, no más plomazos en la calle, ni más plomo en el medio ambiente. Quisiéramos que las Fiestas de Diciembre, fueran como antes. Escuchar nuevamente aquella invitación amable: Ven a mi Casa esta Navidad, y al final poder expresar que vivimos una Blanca Navidad.
¿Qué más no queda, cuando por todos los frentes estamos perdiendo? Promesas de campaña del gobierno federal que nos ha saqueado, está vendiendo nuestros principales activos, PEMEX y CFE. En tan solo cinco años el litro de gasolina magna subió de $9.82 a $16.72, la Premium de $10.36 a $18.43, el Diésel de $11.17 a $17.59. El Gas LP de 30 kg. De $366.00 a $590.00. El Dólar pasó de $12.87 a $19.67. Pero eso sí, en corrupción e impunidad ocupamos el honroso primer lugar. De salarios y deuda pública mejor ni hablamos. ¿Esto Es Mover a México?. Esto es Vender a México, Torcer a México. ¡Es Joder a México!. Y si de huevos se trata, les digo que también el kilo de tan codiciado producto pasó de $12.00 a $30.00.
Ni que decir del gobierno estatal de Miguel Márquez Márquez, indiferente a los problemas que aquejan a mi pueblo, el típico: ¡No pases por Salamanca, a menos que haya Rodeo! Y De nuestro flamante alcalde, su lacayo, los dos cínicos y sus doce apóstoles, ni que decir. Lo peor que pudo haberle pasado a este municipio.
Es así que queda en manos de la sociedad civil cambiar el rumbo del país, el estado y municipios. Basta de escuchar hocicones de doble moral, el resultado lo estamos padeciendo todos, y para muestra el surgimiento de candidatos independientes para los tres órdenes de gobierno y legisladores. Reflexionemos: ¡No podemos permitir que los partidos nos sigan gobernando!
Así las cosas.
