Para la mayoría de nosotros, empezar el día sin una bebida caliente es prácticamente imposible; además de despertar nuestros sentidos, en el caso del té blanco, mejora nuestra salud…
Té verde, negro, rojo… La realidad es que una taza al día de estas deliciosas infusiones reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, evitan el desarrollo de diversos tipos de cáncer-próstata, mama y gastrointestinal-, y aumentan la producción de polifenoles, elemento que protege los huesos de fracturas”, así lo describe la Harvard Health Publications.
Té blanco para el desayuno…
Sin embargo, entre estas bebidas existe una que puede cambiar nuestro día por sus propiedades: el té blanco.
1. Adiós sobrepeso
La cafeína y antioxidantes llamados catequinas que se encuentran en el té blanco y oolong pueden aumentar el metabolismo y promover la pérdida de peso; situación que mejora si éste se ingiere por la mañana en el desayuno.
2. Mejora tu piel y cabello
Debido a su alto contenido de fenoles, este té fortalece y estimula la producción de elastina y colágeno, proteínas esenciales en la construcción de los tejidos que integran la piel y los músculos del cuerpo. Éstas son las que hacen que el pelo crezca y evitan la aparición de arrugas.
3. Energía todo el día
Además de ser un buen hidratante, los aminoácidos que tiene aumentan la producción de serotonina y dopamina en el cerebro, neurotransmisores claves para elevar el ánimo y mantener alerta el cuerpo.
4. Mejora la salud del hígado
Gracias a la vasta combinación de antioxidantes, vitaminas y minerales que posee, esta infusión consigue estimular la función hepática y facilita que el órgano lleve a cabo sus actividades desintoxicantes.
Lo ideal es tomar uno o dos vasos de té blanco. Para prepararlo solo debes colocar una cuchara de esta hierva en medio litro de agua y hervirlo por 10 a 15 minutos, evita endulzarle en lo posible.