- Padres y maestros lamentaron que los niños no puedan trabajar por falta de útiles y materiales robados.
- La prioridad es reforzar el plantel.
En medio de la indignación y la impotencia de verse solos y sin el apoyo de alguna autoridad, maestros y padres de familia dentro de sus posibilidades, como pueden tratan de protegerse para evitar un décimo robo, luego de que en los últimos dos meses delincuentes “limpiaron” el jardín de niños “Fernando González Roa”, incluyendo los útiles escolares, afectando la actividad educativa de los alumnos.
El malestar pero ante todo la incertidumbre y el miedo de estar expuestos a otro robo luego de que antes de salir de vacaciones de verano toda un semana completa “me la pasé en el ministerio publico denunciando un robo diario que sufrió la institución”, indicó la directora del plantel Sanjuana Hernández Damián.
“Nadie nos ha dado algún apoyo, solos y cómo podemos, lo que se hizo fue empezar con el apoyo de los padres, a reforzar la seguridad”, para proteger a la institución de otro robo, al comentar que con el poco dinero de las cuotas se está colocando un poco más de protección en una de las zonas sobre el muro que colinda con los campos nuevos.
La docente comentó que los padres de familia están indignados, sobre todo porque con el robo de los útiles escolares que acababan de comprar, las actividades educativas se han visto afectadas “porque ahorita no tienen con qué trabajar las maestras”.
Apuntó que la mayor decepción e impotencia de maestros y padres de familia es que la vulnerabilidad en que se encuentra el plantel, no ha sido de interés de la Secretaría de Educación, ni tampoco de la dirección de Educación para que gestione un apoyo que permita colocar las protecciones necesarias para dificultar la entrada de delincuentes.
Para buscar soluciones, el pasado jueves padres y maestros sostuvieron la primera reunión del ciclo escolar, luego de que el pasado lunes y martes el jardín de niños fue robado dos días seguidos, sumando así un total de 9 veces, en dos meses, llevándose delincuentes todos los materiales y útiles escolares que los padres de familia acababan de comprar para el aprendizaje de los 118 alumnos, con un valor aproximado cada paquete algunos con valor de $800 pesos cada uno, útiles que los padres se declararon imposibilitados de reponer.