La retención de líquidos es un problema demasiado común en el género femenino. ¿En cuántas ocasiones no saliste a caminar y después de un rato te comenzaste a sentir diferente, miraste tus manos y al intentar hacer un puño fue la cosa más difícil y dolorosa, porque tus brazos, piernas, manos y pies ya estaban sumamente hinchados?
Si alguna ocasión te sentiste hinchada de cualquiera de tus extremidades o te sentiste cansada y con pesadez en el cuerpo, es muy probable que retengas líquidos, lo que puede ocurrir por comer demasiadas sales o por tomar suficiente agua.
Retención de líquidos no es sobrepeso
Si tienes el abdomen hinchado o inflamado, las piernas pesadas, los labios, párpados y manos abultadas, te ves uno que otro día con la cara redonda y una pequeña papada, entonces estás reteniendo líquidos.
Es muy fácil confundir el sobrepeso con la retención de líquidos. La diferencia es que la obesidad o sobrepeso es una situación que se acarrea de tiempo atrás y la retención es un problema que ocurre periódicamente.
La retención de líquidos es la acumulación de líquido en los tejidos de nuestro cuerpo. Se produce cuando existe un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de los líquidos de una zona a otra. Si el espacio donde transita el agua es pequeño a diferencia del paso de agua que puede ser abundante, entonces se produce la retención.
Nuestro organismo constantemente está modificando los niveles de líquidos, a través de un complejo sistema de hormonas. Por eso si se bebe más agua de la cuenta, no sucede nada, ya que ésta es eliminada de manera natural por la orina o por las glándulas sudoríparas.
El principal problema se origina cuando el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido necesario para mantener su ritmo normal y entonces comienza a retener todo el líquido posible, hasta que de nueva cuenta es capaz de desechar todo.
Evita comer esto:
Una de las principales causas de la retención es la dieta. Por ello, hay que cuidar lo que consumamos y evitar lo siguiente:
- Embutido y sal de mesa: sustituye por sal de mar aunque en cantidades pequeñas. Recuerda que la sal tapa estos principales conductos. De acuerdo a estudios recientes, la sal suele ser el principal condimento que se ocupa para la comida diaria, pues en promedio al año una persona ingiere cerca 37 kilogramos de sal.
- Papas fritas: estas son muy populares en la dieta, ya que si son naturales y libres de grasas o sales, no se quedan exentas de sus altos niveles de sodio, además de que tienen un alto nivel de agua en su composición.
Lo que sí debes comer:
- Todas las verduras verdes son de las principales soluciones para cualquier mal alimenticio. El perejil, apio, las cebollas piña y papaya, son algunas opciones.
- Contrarresta el sodio con el potasio. El sodio es un constante en la retención de líquidos y la mejor forma de encontrarlo es en las legumbres, zanahorias, melón, plátano y sandía.
- Complementa con tés: recuerda que cualquier clase de té es bueno para la salud. Pueden ser blancos, negros, verdes o rojos. Consulta las propiedades de estos e integrarlos a tu dieta.
Otros remedios contra la retención de líquidos:
- Haz ejercicio: mantener a tu cuerpo en constante movimiento es bueno en estas situaciones porque forzamos a nuestro organismo a trabajar.
- No usar ropa ajustada: eso incluye calcetines, ropa interior y en especial pantalones de mezclilla. Éstos son demasiado populares en las mujeres porque les permite hacer cualquier actividad sin la necesidad de cubrir sus piernas o lo que pudiera verse demás.
- Beber agua: el tomar bastante, puede ayudarte a desechar más rápido la que se acumula. En promedio necesitas tomar de 1 a 2 litros diarios.
- Consume menos sodio: muchos productos altos en sodio pueden ocasionar que sufras de estos padecimientos, incluso botellas de agua mineral o energética cuentan con muchos niveles de sodio.
Recuerda que todo en exceso es malo y que cuidar de tu cuerpo tiene que ser el principal objetivo.
