La lucha libre mexicana está de luto después del fallecimiento del legendario Rayo de Jalisco, uno de los máximos exponentes del deporte espectáculo tanto en los cuadriláteros como en la cinematografía.
Maximino Linares debutó como luchador profesional a principios de la década de los cincuenta y junto a elementos como El Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez y Cavernario Galindo, formó parte de la denominada ‘Época de Oro de la Lucha Libre Mexicana’.
En la agonía de su carrera luchística, perdió las máscara ante Blue Demon, el 30 de julio de 1989 en la Plaza de Toros Monumental de Monterrey. Desde entonces, el encargado de continuar con el legado de dicha incógnita, es su hijo, Rayo de Jalisco Jr, quien cuenta con más de 40 años de experiencia en los encordados.