La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que tomar de forma descontrolada analgésicos para el dolor puede impactar negativamente en su salud si se ingieren de forma excesiva.
De acuerdo con información publicada por la BBC, al tomar analgésicos con demasiada frecuencia, el riesgo del uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) daña la función de los riñones, hígado, sistema nervioso y corazón.
El doctor Stuart Warden de la Universidad de Indiana asegura que existe un riesgo elevado de que el consumo excesivo de analgésicos detone efectos cardiovasculares secundarios, por lo que es mejor limitarlo cuando exista un dolor agudo o inflamación.
Analgésicos y ejercicio de alta intensidad, una mala combinación
Durante el ejercicio de alta intensidad como el futbol, los riñones del deportista están trabajando continuamente y eso los vuelve más vulnerables a los daños provocados por los analgésicos fuertes.
Además, la ingesta excesiva desactiva los sistemas de alarma que protegen los tejidos y esconde los síntomas de las enfermedades, por lo que se registran conmociones cerebrales, infartos o desvanecimientos.