Realizar caminatas disminuye hasta en 10 por ciento el colesterol acumulado en las venas, lo que ocurre después de practicarlo de manera regular durante al menos ocho semanas. Los especialistas explicaron que esta actividad física debe ser programada y progresiva.
La caminata es un ejercicio aeróbico sencillo y de gran efectividad que también contribuye a disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, además de que ayuda a bajar de peso y a mejorar la calidad de vida.
Para no lastimarse, agotarse en extremo, ni formar resistencia ante un cansancio extenuante, dijo, lo mejor es aumentar el tiempo de práctica de 10 minutos en 10 minutos hasta formar el hábito de 30 minutos como mínimo para mantenerse saludable.
El sedentarismo es uno de los principales factores que genera enfermedades crónico-degenerativas, tales como obesidad, hipertensión, diabetes mellitus, además la falta de movimiento puede atrofiar la movilidad de huesos y arterias.
La falta de movimiento o actividad debilitan los huesos y los hacen más vulnerables a las fracturas, e incluso a padecer osteoporosis, ya que no están acostumbrados al movimiento, al estímulo y mucho menos al esfuerzo.
En ese sentido y ante la inmovilidad, agregó, es fácil que los huesos y articulaciones con facilidad se lesionen.
Son casi nulas las situaciones en las que un paciente está impedido para hacer actividad física, dijo, ya que por lo menos el caminar requiere de mínimo esfuerzo, puede realizarse en cualquier lugar, a cualquier hora y con pocos minutos ya es benéfico.