A quién no le ha sucedido que, tras “sucumbir” a algún antojito callejero, el cuerpo se manifiesta en una líquida, dolorosa y angustiosa diarrea. Sin embargo, ¿este padecimiento es una enfermedad o síntoma de algo adquirido al comer?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la diarrea es síntoma de una infección del tracto digestivo, que puede ser ocasionada por virus, bacterias y parásitos.
Qué es, señales y complicaciones…
Para afirmar que ese “córrele que te alcanzo” se trata de diarrea; la evacuación de heces debe ser floja o líquida, y persistir de tres a más veces al día. Además, en la mayoría de los casos, va acompañada de los siguientes malestares:
- Cólico o dolor en el abdomen
- Pérdida de control de las evacuaciones intestinales
- Náuseas
- Dolor en abdomen
- Sangre en las heces
- Fiebre y escalofríos
- Mareo y vértigo
- Vómito
¿Complicaciones?
Si la diarrea no se atiende por un experto de la salud puede acarrear consecuencias graves, las principales son:
1. Deshidratación. La persona experimenta sed, orina con menor frecuencia, cansancio, resequedad en la boca, piel menos elástica, hundimiento de ojos y mejillas.
2. Malabsorción. En ésta se siente distensión abdominal, cambios en el apetito, gases, pérdida de peso y deposiciones sueltas grasientas y malolientes.
¡Ojo! Aunque en la mayoría de los casos la diarrea desaparece por sí sola en un plazo de 4 días, es importante que no superes este tiempo con dicho problema.