La pornografía siempre ha tenido mala reputación. Desde acusaciones que indican que cambia la percepción que tienes de tu pareja, hasta que provoca disfunción eréctil en los hombres.
Afortunadamente, investigaciones sugieren que podría no ser tan malo como crees. Hemos compilado algunos de los beneficios científicamente probados de la pornografía.
1. AUMENTA LA LIBIDO
Puede haber evidencia para sugerir que la pornografía conduce a una adicción sexual (aunque eso aún se discute entre los expertos). Pero para aquellas cuyo impulso sexual es un poco malo, tal vez podría ayudar. Un estudio de la Universidad de California encontró una correlación positiva entre el tiempo dedicado a ver pornografía y el deseo de tener relaciones sexuales.
«Este patrón sugiere que aquellos que ven más estímulos sexuales visuales es probable que tengan un mayor impulso sexual», escribieron los investigadores en el Journal of Sexual Medicine.
2. ALIVIA EL ESTRÉS
Ver imágenes sexys puede ayudar a disminuir el estrés, según un estudio de la Universidad Carnegie Mellon. Cuando tu cuerpo se estresa, produce una hormona llamada cortisol que puede alterar las capacidades de resolución de problemas del cerebro.
Entonces, en caso de que te estés preguntando por qué te quedas en blanco cada vez que entras en pánico o te sentiste realmente estresada durante un examen o entrevista importante, es por culpa del cortisol. Pero el estudio halló que los hombres que miraban fotos de mujeres obtenían 50% más de rendimiento en una prueba de matemáticas, en comparación con los hombres que miraron fotos no sexuales. Los investigadores concluyeron, por lo tanto, que mirar las imágenes redujo la respuesta al estrés en el cerebro.
3. AYUDA A QUE DESCUBRAS TUS GUSTOS
La pornografía puede ser una forma de descubrir tu sexualidad de una manera segura, es decir, con menos consecuencias emocionales o de salud para ti o para otras personas. «La pornografía puede ayudarte a explorar lo que te gusta y disgusta», le dijo a Mic la doctora Madeleine Castellanos, psiquiatra y terapeuta sexual de Nueva York.