Las huelgas y las luchas sociales en la Historia (Partei 2 de 4)
Por: Oscar Alzaga *
La edad de oro de las luchas obreras y populares
En el cardenismo no sólo se da el mayor número de huelgas de la historia, sino también las de mayor trascendencia: la histórica reforma agraria fue precedida por la huelga general de la Comarca Lagunera de 25 mil jornaleros y sus familias en 1936, tuvo varios muertos y heridos, pero trascendió la lucha de los jornaleros por el reparto agrario nacional que inició, siendo la única ocasión en que se afectó el capital privado nacional, y como gran ejemplo en Latinoamérica.
La expropiación petrolera, antes de la llegada de Cárdenas al poder, fue la bandera de los petroleros desde las huelgas de 1933, tanto en las plantas de El Águila, dependiente de la trasnacional inglesa, como la de La Huasteca, la trasnacional de EUA, luego en 1935 los obreros crean su Sindicato único, que reinicia la lucha en 1936 y demandan el contrato colectivo de trabajo (CCT) único que unifica la organización, y en 1937 llegan a la huelga general petrolera: el 18 de marzo de 1938 con la nacionalización, son los obreros los que se ponen al frente haciendo funcionar la industria, contra la apuesta de empresarios extranjeros fue: “México no podrá operar las industrias” (5). Logran una de las más brillantes páginas de la historia de México y Latinoamérica. Esta confrontación de los petroleros y el gobierno, con el apoyo de la CTM y el pueblo, fue internacional con las dos empresas más poderosas del mundo apoyadas por sus gobiernos.
Ni qué decir de la huelga del SME en 1936, que en realidad fue una huelga general, al parar 6 mil electricistas la energía eléctrica y dejar sin luz de todo el centro del país por 10 días, parando también a 200 mil trabajadores. Su contrato colectivo pone fin a 400 años de una relación laboral colonial de “mando y obediencia”, al establecer con la bilateralidad un nuevo modelo igualitario de relaciones colectivas de trabajo, ejemplo para los demás contratos colectivos y sindicatos.
La huelga general nacional de media hora al mediodía, cerrando a la vez las calles del centro de todas las ciudades del país, para protestar por la declaración de inexistencia de la huelga ferroviaria de 1936. En enero de 1936, por la huelga de la Vidriera de Monterrey, la patronal en respuesta para toda la ciudad, misma que de frente encara Lázaro Cárdenas y les exige a los patrones que levanten el paro o el gobierno y los trabajadores tomarán las fábricas y las pondrán a trabajar, el conflicto se resuelve a favor del Gobierno y los obreros.
Durante el cardenismo creció como nunca el número de sindicatos, de contratos colectivos y el número de trabajadores afiliados a sindicatos: de 1934 de 294 mil a 1940 a 978 mil, casi tres veces más. La CTM en 1936 nació al fragor de las luchas obreras, cuando realiza el mayor número de huelgas, así como las más trascendentales, en 1938 funda la Central de Trabajadores de América Latina (CTAL), previamente crea en cada país varias centrales y logra una gran unificación latinoamericana, afiliada a su vez a la Federación Sindical Mundial (FSM), con sede en Moscú en 1945. (6)
En conjunto crecen y toman fuerza los sindicatos, los CCT, igual que los trabajadores organizados, al fragor de una intensa lucha de clases.
No olvidamos la huelga general minera de 1944, cuando el gobierno impone la política de austeridad y congelamiento de salarios por la Segunda Guerra Mundial, mientras los precios y las ganancias subían al cielo, de Asarco y otras, los mineros denunciaron los abusos de los empresarios yanquis, de aumentar sus ganancias a toda costa, aún “poniendo en peligro la invasión de Normandía” (7), al suspender el envío de materia prima y provocar la huelga de 40 días por la demanda minera de aumento salarial, que al final triunfó.
De 1956 a 1962 hubo varios movimientos sindicales de telegrafistas, magisterio, petroleros, telefonistas, desatacando los ferroviarios que llegaron a encabezar a todos en 1958 y 1959, cuando gana las históricas elecciones Demetrio Vallejo por 59,759 votos contra 9, lo que nunca se había dado ni repetido, esa lucha sería masacrada en 1959, para impedir la libertad e independencia sindical e imponer el modelo alemanista, antidemocrático el “charrismo”.
Sería imposible hacer un recuento completo (8) de las luchas más significativas de la historia, como las 4 huelgas y los paros nacionales de telefonistas de los años 70 y 80; la movilización popular del SME de todo el año de 1999 -sin huelga- que derrotó el decreto presidencial de Zedillo para privatizar la energía eléctrica, con el apoyo popular, de universidades y el PRD (aquel PRD). Y tantas y tantas luchas más.
Igualmente no se deben menospreciar la importancia las luchas o las huelgas derrotadas -a lo largo del tiempo-, sus valiosas experiencias y enseñanzas de todo tipo, que lo son cuando se analizan a fondo, no para dolerse de ellas, como algunos acostumbran, sino para aprender de ellas y volver con mejores bríos y conciencia de las luchas.
Las huelgas actuales y la política de cero huelgas
Hoy se presume que México es un país de “cero huelgas”, gracias a la paz laboral y al diálogo social, logrados en México según Navarrete Prida afirma en actos públicos, la rechaza como si la huelga fuera un delito o un acto indebido, no un derecho de rango constitucional y universal. Ese es un debate central en México: los gobiernos que sirven a los oligarcas en contra de la libertad sindical, renace así la figura de Calles de 1935 en los neoliberales de hoy.
Lo cierto es que ha venido en caída el ejercicio de la huelga en las tres últimas décadas neoliberales, pero no porque haya “paz y diálogo social”, sino porque ahora la mayoría de los sindicatos son blancos o patronales, en eso convirtieron la CTM y la CROC de 1982 a la fecha actual, dejaron de ser “charros”. Según INEGI (9) de más de 450 que hubo en 1995, bajaron a 150 en 2000 y por la crisis de 2008 se reanimó a más de 250 huelgas, volviendo a caer de 2012 a 2017, con la máquina del PRI más aceitada logró que las centrales sindicales se corran más a la derecha. Porque esa caída va aparejada de una descomposición y degradación de todo el ámbito laboral y de la organización sindical.
Ya en el año 2000 en el estado de México con Montiel de gobernador, se hizo un pacto de no agresión entre los sindicatos y empresas, que en realidad fue precursor de la política de “cero huelgas”. Aun desde 1995 por la brutal crisis y la caída del peso frente al dólar, se prefirió suspender la manifestación oficial del Primero de Mayo en el Zócalo, para evitar los reclamos obreros, se abandonó una tradición que venía desde 1913. Pero ahora ya ni con acarreos sale la gente a la calle a expresar sus demandas, ahora sería en contra de la propia CTM y las demás centrales.
La debilidad sindical se expresa en primer lugar en la pérdida de poder adquisitivo del salario, señalada por la CEPAL y la OCDE en sus informes que ubican a México como uno de los países de más bajos salarios de América Latina; además con datos de la OIT (10) en un comparativo del salario
entre Estados Unidos (EU) y México, sobre su peso del Producto Interno Bruto (PIB) de cada país, como se ve en el cuadro:
Año EU México
2002 58% 43%
2015 62% 35%
En EU, en 15 años subió el peso del salario en el PIB; mientras que aquí la política patronal oficial, castigó cada año el salario y lo ofrece al mercado global como una ventaja comparativa. Para EU -en la renegociación del TLC- es competencia desleal mercantil.
Porque la mayoría de los líderes sindicales de la CTM, CROC, etc. se alejaron -e incluso están en contra- de los valores de la Revolución, de la Constitución y Cardenismo. Con facilidad se adhieren al sindicalismo blanco como modelo a seguir, para una más fácil forma de enriquecer a los líderes, abandonan la defensa de los contratos colectivos, para sumarse a los contratos colectivos de protección patronal, y defienden la política neoliberal anti-obrera que, por definición, es enemiga del trabajo. En todo este cambio, el papel de las autoridades es central para ocultar la información de la realidad y adecuar su papel contra las leyes vigentes y, sobre todo, la justicia social y laboral. Pero esas son las partes “visibles” de la obra, la invisible es la patronal y la cúspide de ella: la oligarquía nacional y extranjera.
Las fuerzas del poder, no obstante que operan en todas direcciones, permanecen en la oscuridad. Uno debería saber dónde se oculta aquello que causa tanto daño. Juan Rulfo Cuadernos de Juan Rulfo. 1997.
En México no hay muchos estudios sobre el papel de la oligarquía en la vida económica, social, política y en los sindicatos, pero qué duda cabe que es decisiva en esta etapa, en la que se recompuso con las privatizaciones más agresivas de la historia y un sindicalismo que apoya la brutal tasa de ganancia y acumulación. (11)
En ese marco batallan las 3 huelgas mineras de Cananea, Sombrerete y Taxco, que el 30 de julio de 2017 llegan a 10 años, habiendo resistido los brutales ataques de Grupo México de Germán Larrea, el segundo millonario de México, apoyado por gobiernos y autoridades de trabajo, tres huelgas que resisten y siguen en lucha con la mayoría de sus integrantes y que fueron reconocidas como existentes. Pero la de Cananea se desahoga en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos porque aquí le cerraron las puertas de la justicia en 2011. Las tres han resistido gracias a la unidad minera, su liderazgo y a la solidaridad internacional. Los mineros buscan ganar sus derechos en los tribunales, pero la oligarquía se impone al gobierno alargando las huelgas hasta agotarlas o interpone recursos ilegales que la autoridad acepta, como demandas de terminación de la relación colectiva de trabajo, en plena huelga. (12)
Continuará…
Notas:
5. Jesús Silva Herzog. La nacionalización del petróleo. Cuadernos Americanos. 1944. Un texto de enorme actualidad.
6. Las 100 luchas obreras del siglo XX. Varios autores. Revista Trabajo y sociedad Hoy. No. 128, 5ª edición.2014. La revista hace un recuento de las 100 luchas obreras más importantes del siglo XX, de cada lucha es una nota, más 43 textos adicionales de hechos relativos a esas luchas, como la fundación de centrales, sindicatos, etc.
7. Declaración del presidente Manuel Ávila Camacho al líder minero Juan Manuel Elizondo, para pedirle que no estallara la huelga general minera de 1944. Ver Revista Trabajo y Democracia Hoy, no. 128. Marzo, 2014.
8. Se recomienda: Las 100 luchas obreras del siglo XX, los 17 tomos de La clase obrera en la historia, y la serie de libros de Ed. Era dedicados al tema. 9. INEGI. https://infogram.com/HUELGAS-EN-MEXICO–INEGI
10. Diario Reforma del 10 de octubre de 2017, pág. 5 “pesa menos el salario”, según informe de la OIT. Un tema muy actual por la renegociación del TLCAN, en donde la patronal mexicana y la CTM, a través del senador Tereso Medina también se opone a mejorar o subir los salarios mexicanos.
11. Jorge Carrión y Alonso Aguilar: La Burguesía, la Oligarquía y el Estado. Ed. Nuestro Tiempo, 1972. Quizá sea el mejor estudio de la oligarquía mexicana de esa época, escrito por Aguilar, quien la define como “el enemigo principal del pueblo y los trabajadores.”
12. Oscar Alzaga. Las luchas mineras del siglo XXI en México. Revista Latinoamericana de Derecho del Trabajo. 2017. Ed. Bomarzo, Argentina.
*Abogado miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas. i Parte 1 en la liga: https://salmantino.mx/2018-eterna-jornada-49/